UNA VIEJA-NUEVA HISTORIA DE LIDERAZGO, PIONERISMO, EMPRENDIMIENTO E INNOVACION

paper boats on solid surface

Por: Romi Morales

PARASHA: LEJ LEJA – Capítulo 12

Sin lugar a dudas una de las figuras mas fascinantes en la historia de Am Israel, es nuestro primer patriarca, Abraham. La historia de este personaje, no solo nos enseña cómo enfrentar con éxitos los desafíos y pruebas que nos pone el destino día a día; o la importancia de actuar según valores éticos y morales (como la bondad, la hospitalidad, la solidaridad, la responsabilidad mutua, etc.), sino también, como ser líderes, pioneros, emprender e innovar en diferentes áreas de nuestras vidas. En este pequeño artículo, profundizaremos en algunos mensajes de esta parashá, para entender algunas de sus enseñanzas para el ámbito Tnuati.

“Lej Leja” – (Ándate hacia ti mismo) – Sobre la esencia del Liderazgo

Todo líder, para inspirar a otros necesita, en primer lugar, conectarse consigo mismo, con su propia verdad, con sus sueños y con sus ambiciones más profundas. Toda persona que quiera liderar, necesita transformar todo eso en una visión clara respecto a dónde quiere llegar y tener claro el por qué. Todo líder, para motivar a otros, tiene que tener claro también cuál es su misión, qué huella quiere dejar en el mundo y qué está dispuesto a hacer para conseguirlo. Todo líder, para impactar e influir en su entorno, debe entender y definir con claridad cuáles son sus objetivos, es decir, qué es, al final de cuentas lo que espera conseguir con todo este proceso que está comenzando. Y para eso, todo líder, debe necesariamente atravesar un profundo proceso de introspección y autoconocimiento, debe aprender a identificar su propia voz, para luego fortalecerla y así escucharla, incluso cuando alrededor haya mucho ruido.

La parashá comienza con la petición que hace Dios a Abraham de irse “a sí mismo”. Si bien el pedido suena por demás extraño, este punto será, sin dudas, fundamental para entender el lugar central que ocupará Abraham como líder en la historia de nuestro pueblo. Solo dando este primer paso, tal vez el más difícil de todos, es que Abraham logrará transformarse en la persona en la que logró convertirse al final.

“Lej (…) Me Artzeja” – (Ándate de tu Tierra) – Sobre la esencia del Pionerismo

El segundo pedido de Dios a Abraham es que se vaya de su Tierra. De alguna manera, podríamos concluir que lo que está pidiéndole Dios a nuestro patriarca es que salga de su “zona de confort”. Es decir, aquí Dios extiende una invitación a que, en el aspecto físico y material Abraham se anime a explorar y conquistar otros territorios. Por el otro lado, en el aspecto ideológico y espiritual la invitación es a animarse a explorar un nuevo paradigma en la historia de la humanidad: el monoteísmo. En otras palabras, Dios le esta pidiendo a Abraham que se vaya de su tierra, a la tierra que él le ha de mostrar, para así, convertirse en el primero de nuestros jalutzim.

Abraham, por lo que vemos en nuestras fuentes, acepta el reto. Junto con su esposa, sobrino y otras personas que habían comenzado a seguir sus pasos, salen de Ur rumbo a una Tierra nueva, aún desconocida para todos ellos. La aventura de irse no fue sencilla y el desafío de asentarse en Eretz Cnaan tampoco. Sin embargo, la visión optimista de Abraham, su alta convicción en el camino que ha emprendido, el entendimiento de los procesos que necesitan sucederse hasta llegar a la meta final, la fe sincera en el racional, objetivos y valores que sostienen su accionar, es lo que al final de cuentas, le permiten no solo no renunciar, sino alcanzar su cometido al mismo tiempo que logra convertirse en fuente de inspiración para muchos de los que conoció a lo largo de su vida y fundamentalmente, por el resto de la historia, para todos los que formamos parte de su pueblo.

“Lej (…) Me moladetja” – (Ándate de tu patria) – Sobre lo que se necesita para ser una persona emprendedora.

Cuando hablamos de la patria, generalmente nos referimos a ese lugar al que nos sentimos ligados, ya sea porque hemos nacido allí o bien porque lo hemos adoptado como propio por elección. Generalmente este vínculo es afectivo y ha sido construido a partir de una serie de vivencias históricas, culturales, sociales que han contribuido a consolidar a la persona en su particularidad. Evidentemente, aquí Dios está pidiendo a Abraham que realice una acción sumamente difícil: irse del idioma, de las tradiciones y la cultura que uno conoce; irse de los amigos rumbo a lo desconocido; irse de su historia. Toda persona podría acordar, a simple vista que esto no es algo que cualquier persona estaría dispuesta a hacer, a menos que, logre visualizar una oportunidad única del otro lado de los peligros y de la incertidumbre. Cuando esto sucede, las personas están más dispuestas a asumir la responsabilidad de dirigir, organizar y liderar los procesos que permitan explorar y explotar al máximo estas aventuras. A este tipo de personas, hoy en día las llamamos emprendedores.

El emprendedor es quien identifica una oportunidad y en base a ello, crea una iniciativa y planifica los procesos para alcanzar su consecución, incluso si esto supone asumir ciertos costos, riesgos o peligros que otras personas no estarían dispuestas a asumir. Un emprendedor suele ser creativo y logra traer respuestas originales a las externalidades que se le presentan en su camino pues grande es su afán por llegar a la meta que se ha definido. Un emprendedor es flexible, tiene la capacidad de adaptarse a los cambios, más al mismo tiempo es perseverante y confía en sí mismo, por eso no se da por vencido y avanza con pasión y seguridad hacia la visión que creo.

Sin dudas Abraham cuenta con todas las características de un emprendedor. Si bien todo su ambiente, entorno y lo conocido se presenta como lo natural, lo obvio, lo evidente y lo seguro, desde edad muy temprana el logra adelantarse a las tendencias del lugar y visionar en un futuro donde las ideas que rigen al mundo pueden ser otras. Abraham accede al pedido de Dios porque entiende que el paso que necesita dar para tener un real impacto en la sociedad, es cambiar de ambiente. Tomar distancia y comenzar a enseñar, educar, influir en otras personas para llevar a cabo este gran proyecto que hoy conocemos como Am Israel.

“Lej (…) Me Beit abija” – (Ándate de la casa de tu padre) – Sobre la esencia de la innovación

Abraham nace en Ur, en un contexto totalmente diferente al que conocemos hoy en día. El padre de Abraham, Teraj, era artista y su trabajo era crear estatuas que eran utilizadas como dioses en una sociedad en la cual la idolatría estaba profundamente arraigada. Abraham creció viendo a su padre dar forma a estos dioses y su lógica y racionalidad le impidieron pensar que algo creado por un ser humano podría ser más poderoso que este y crear todas las maravillas que existen en este mundo. Según nuestros sabios, Abraham intentó explicar a su padre sus ideas, pero éste no estaba preparado para comprenderlas. Teraj y Abraham estaban parados en paradigmas diferentes. Cada uno de ellos veía el mundo de manera distinta y por ende también su lugar y su forma de intervenir en el mismo.

A diferencia de Teraj, Abraham reflexionaba continuamente y estaba dispuesto a cuestionar las ideas del momento. Su pensamiento crítico es lo que le permitió dar el primer paso rumbo a la innovación cultural, política, religiosa y social sin precedente que encabezó. La curiosidad intelectual de Abraham, la apertura mental es lo que le permitió estudiar otras opciones y no cerrarse ante la primera que se presentó, como sucedió con Teraj. Abraham también se muestra como una persona capaz de responder positivamente ante la adversidad.

El hecho de no rendirse ante las dificultades, aprender de situaciones negativas, aceptarlas de manera constructiva y seguir trabajando con coraje y determinación, es lo que le permitió continuar buscando caminos y soluciones que lo acercasen a su destino.

Cuando Dios le pide a Abraham que se vaya de la casa de su padre, de algún modo le esta pidiendo que de lugar a la innovación. Dios, con este pedido, invita a Abraham a pensar diferente, a renovar, a descubrir, a perfeccionar, a progresar, a cambiar, a alterar, a inventar, a modificar, a mejorar muchas de las ideas, valores y principios que regían la sociedad hasta ese entonces. Y Abraham lo consigue. Vaya si lo consigue.

A modo de conclusión.

En el último tiempo, el liderazgo ha pasado a ocupar el centro de la atención tanto en el mundo social como en el mundo profesional. Hoy en día se espera que toda persona ejerza liderazgo desde cualquier lugar o cargo que ocupe.

También en el marco de la Tnua, todo madrij o madrija aspira a que sus janijim y janijot adquieran todos los conocimientos, herramientas, habilidades y destrezas para convertirse en los futuros líderes de nuestro pueblo y en todo proyecto que lleven a cabo donde sea que se encuentren. Sin embargo, esto no es lo único a lo que aspiramos a educar. También en la Tnua apuntamos a formar jóvenes pioneros, que se ubiquen en la vanguardia y que alisen la senda para todos aquellos que vienen atrás. Aspiramos a que nuestros jóvenes sean fuertes y valientes y construyan caminos que les permitan a las próximas generaciones aventurarse en la vida, crecer, desarrollar su potencial y continuar desarrollando más y mejores senderos en el futuro. Y, sumado a esto, esperamos lograr formar personas emprendedoras, es decir, personas que asuman los riesgos necesarios para empujar hacia adelante a todos aquellos que no se sientan cómodos con la realidad tal como está y quieran ser parte de los procesos de mejora y cambio. Y, además, confiamos en que nuestros jóvenes logren innovar, es decir, ser aquellos que, en base a todo lo aprendido, en base a los valores, ideas y principios propios de la Tnua, en base a las vivencias y experiencias formativas y significativas que han adquirido a lo largo de los años en el marco del Ken, sean quienes logren renovar, traer un valor agregado, un plus a sus comunidades, sociedades y al mundo en general.

Esta idea puede parecer muy ambiciosa para algunos. Otros podrán pensar que es un ideal muy naife para educadores en el siglo XXI. Yo en lo personal creo que esta parashá nos muestra que contamos a lo largo de nuestra historia con figuras ejemplares que aún al día de hoy tienen mucho lo que enseñar y de las que tenemos un montón aún por aprender. Abraham Avinu es una de ellas. Que orgullo ser parte de su historia y que él sea el origen de la nuestra.

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