Un pensamiento crítico a dos concepciones [judías] encontradas

Por: Sergio Edelstein

Que incluye el concepto «Cultura Israel” (????? ?????- Tarbut Israel)?

Incluye todo lo que posee el pueblo de Israel, todo lo que se fue acumulando en él durante la continuidad de las generaciones. Lo que nació internamente y también lo que se absorbió de afuera y pasó a ser parte integral de nuestro hogar. Lo que es costumbre y lo que fue costumbre, lo que es aceptado hoy y lo que fue aceptado por las generaciones anteriores. Lo que en hebreo y lo que en otros idiomas. Lo que está escrito y lo que se transmite en paralelo a lo escrito. Tal vez determinadas conductas y formas de reaccionar producto de un recuerdo común.

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Tomamos el desafío de hacer una crítica optimista y positiva a la travesía en la que se encuentra la continuidad del pueblo judío. No como un pueblo perseguido, sino como un pueblo creador de una cultura, aportador a la humanidad de valores superiores, parte integral del desarrollo humano en marcos como ciencia, educación, sociedad, arte. Así siempre fuimos los judíos, ese es y debe ser nuestro aporte. Exaltación cultural y espiritual es lo que nos define desde el Mahamad Ar Siani.

La continuidad judía tiene la opción de fortalecerse, si la identidad judía se pluraliza y no se atrofia a formas e imposiciones no reales a la sociedad y época en (???????), y no se atrofia a formas e imposiciones no reales a la sociedad y época en que vivimos. El Prof. De la Pergola señala, que en el 2013, aún estamos muy lejos del número de judíos que había antes de la Shoa, mientras que la población mundial se casi triplico. Debemos incluir y no segregar. Debemos ser significativos. Debemos ser un pueblo relevante, de lo contrario las futuras generaciones no sentirán sentido de sentimiento a un pueblo insignificante.

El establecimiento religioso en Israel, aleja a miles de judíos, los cuales quieren ser parte, no solo nacional, sino mucho más que eso. Imponer demostró no dar resultados. La juventud no se identifica con el legado increíblemente rico del judaísmo. Se aleja y aferra exclusivamente a lo nacional, a lo Israelí, no porque quiere o elige, sino por lo contrario, ya que es empujado a ello. El monopolio religioso sobre el Tanaj y su apropiamiento exclusivo, no dio los resultados y no resulto productivo sobre la juventud. Debemos volver a acercar al judío a sus fuentes, las que nos unen, consolidan y caracterizan.

Incluir es la clave.

No importa como leer nuestras fuentes milenarias, lo importante es leer, conocer, aprender y criticarlas, dialogando con su contenido y mensaje. Didácticamente la Parashat Hashavua, como fuente de estudios, nos guia e ilustra, en base a los valores esenciales del judaísmo y está en paralelo a la creencia personal del judío, en la existencia de D’s, su significado, forma e interpretación.

La canción dice, «Observamos hacia arriba y oramos, cuando mientras olvidamos, que el significado de vivir, es preguntar las preguntas… y contestar» (Aviv Gefen). Escuchar tu corazón, tus palpitaciones, tiene un significado especial para el ser humano pensante.

Puedo y quiero ser judío; pertenecer a una comunidad, que parte cree en D’s, parte se identifica con la creación cultural judía, parte asume los valores esenciales, parte siente orgullo del sentimiento de ser judío.

La Halaja fue creada por personas, en una sociedad y realidades determinadas, para dar respuestas a necesidades específicas. Quería fortalecer. Lo mismo con los valores constituyentes del Sionismo, con el retorno a Tzion en la práctica y no solo en rezos, y así permitir una vida judía como norma en un hogar nacional en Israel.

No tiene nada de amenazante poder incluir lo que acerca a persona a su fe, su cultura y a su pasado. Ser participe y fijar las reglas es parte de lo que el sionismo aporto al judaísmo en el último siglo, lo cual acerco a millones de judíos a su legado.

Expongamos las cosas en forma clara: por que separar hombres y mujeres en el rezo, por que separar en la lectura y estudio de la Tora que fue entregada a todos los judíos, porque no estudiar en javrutah. Por qué separar en lo que el judaísmo nos junta. La ???? ?’, ??? ???? ??? ????? ??? ??? Parashat Hashavua en su primer capítulo, señala –A semejanza de D’s, los creo, hombre y mujer, los creo-.

Soy judío, soy judío, soy judío. Por lo tanto, porque me tengo que definir como parte de una corriente? Porque tengo que ser parte de una arena ajena a los valores que nos caracterizan? Donde nos desviamos del camino? Donde dejamos de implantar valores, para fomentar las formas y bendecir tradiciones no siempre entendibles, que fueron diseñadas para realidades locales, momentáneas y no relacionadas directamente con la esencia del judaísmo en su espectro más amplio. Interpretaciones sectoriales, irracionales y muchas veces inentendibles a la luz del legado constituyente del judaísmo.

Tradiciones no significa bendecir lo que no es bendecible. Tradiciones significa respetar, en todos los marcos y sentidos. En el Kotel mujeres no pueden decir Kadish para sus seres queridos, muchas veces hijos que murieron en defensa de dichos valores que justamente el judaísmo pretende educar, o formas que en muchos casos pretende el sistema ortodoxo, inculcar en forma violenta. Dar la sangre para mantener el Kotel, sí. Que una madre diga Kadish a si hijo, no? Que ridículo. Que inhumano. Y son los mismos judíos ortodoxos que sus rabinos máximos comparan el reclutamiento universal de todo joven judío en Israel, para defender a sus familias, una decisión peor que el exterminio. No hay límites para la ignorancia, la maldad y la falta de integridad.

Al no implementar los valores del judaísmo en una acción verdadera, alejamos a los jóvenes a otros puertos, gentiles, que en muchas ocasiones les dan estas posibilidades, basadas justamente en los valores que el judaísmo implementó en la humanidad en general y el mundo occidental en particular. El judaísmo el dio al mundo valores esenciales y constituyentes de culturas, y en muchos casos parecería que nos alejamos de ellos o no les damos la importancia correcta, no los implementamos y así nos alejamos de la benevolencia y humildad que ellos representan. No olvidamos de la verdad integral de dichos valores. Lo vemos a veces en el mundo judío y en Israel.

Y son claros los argumentos porque se da esta situación, no importa si son reales o no. Cada uno busca su justificación, muchas veces fundamentalista y no respetuosa de la esencia de dichos valores. Muchas veces, no conocedora de los sus contenidos, fuentes o significado.

Constantemente decimos que debemos ser la luz para los pueblos… Cuál es el significado de esta declaración? Vivimos entre pueblos gentiles y nos cerramos? Seamos parte, fortaleciendo lo nuestro, para que los jóvenes quieran ser parte y no se escapen, muchas veces asustados por la disyuntiva en la cual los enfrentamos. Legamos al mundo el mensaje de Pesaj. Y ahora qué? No lo reflejamos en el mundo actual? No dialogamos? No criticamos? No lo hacemos real a la juventud de este siglo? No somos libres de pensar y crear? Queremos ser el capítulo de la historia, que cuando se escriba, puede llegar a describir la creación de dos pueblos judíos?

La grandeza del judaísmo es que fue vanguardista desde sus comienzos. La idea e implementación del monoteísmo no fue una revolución en esos días? No lo fue los valores constituyentes del Mahamad Ar Sinai? No lo fue el mensaje universal de los profetas? Eso es un judaísmo que se desarrolla. Hoy parte del pueblo judío quiere cerrarse, no desarrollarse, congelarse. No es el legado histórico que debe guiarnos y que justamente esa parte del pueblo judío, dice ser el guardián del judaísmo.

El judaísmo es un conjunto cultural, que comprende una gran y rica gama de formas, tradiciones, creencias y contenidos. Debemos conocerlos y respetar que cada marco tiene un «carro lleno», y aunque sea diferente, mientras tenga un común denominador valorativo legado de nuestra formación como pueblo, es parte integral del mismo.

El pueblo judío, según nuestras fuentes básicas, es un pueblo que pregunta, dialoga y discute. Estas son las bases de la democracia, tolerancia, humanismo y pluralismo. La Parashat Hashavua nos cuenta un cuento. Desde sus comienzos, nuestras fuentes nos enfrentan a preguntas, hay un constante dialogo y hay critica. Inclusive con D’s. Abraham hace una negociación con D’s respecto a los justos que pueda haber en Sdom. Moshe discute e inclusive amenaza con renunciar. David nos es presentado como muy humano, con virtudes y defectos. Y este legado es parte de nuestra consolidación como pueblo. Los cuentos son ilustrativos. Cada época le da sus interpretaciones con el fin de educar, de dar continuidad.

Abraham, Moshe, David, los profetas, el pueblo en general, nos caracterizamos por opinar. Esto nos caracterizó desde nuestros comienzos consolidadores. Es parte de la tradición. Esto nos llevó a estudiar, aprender y ver en la sabiduría un valor central.
El dialogo y la discusión nos llevó durante toda la historia, a unas múltiples y variadas ideas y en especial a múltiples interpretaciones de nuestras fuentes. Este es nuestro desafío, como educadores judíos comprometidos

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