Por: Sergio Edelstein
Sección: Sionismo/ Israel
Proporcionalidad.
Cuando ciertos medios o políticos extranjeros dicen que Israel debería actuar con proporcionalidad, frente a los ataques del Hamas, están seguros que eso es lo que realmente quieren? Saben de lo que están hablando?
Desde siempre Hamas ha disparado indiscriminadamente a poblaciones civiles, sin tener en cuenta quien será afectado, e inclusive, según sus dirigentes, rezando que caiga en concentraciones de personas, como por ejemplo, escuelas o jardines de infantes. No tiran a bases militares. Tiran y rezan que maten a civiles.
Si Israel actuase con esa “proporcionalidad” que muchos predican, no es clara cuál sería la consecuencia?
Sin embargo, por los valores que nos caracterizan, Israel hace todo lo posible, a pesar de la inhumanidad de los dirigentes del Hamas, de atacar exclusivamente bases militares o lugares donde sus dirigentes usan para atacar indiscriminadamente a civiles. No hay muchos países y pueblos que hacen todo lo posible para evitar pérdidas no involucradas.
Quien pide proporcionalidad o no sabe de qué está hablando o no tiene los valores humanos que tiene Israel y solo habla demagógicamente o en base intereses ajenos al conflicto. Por no decir que al fin de cuentas es un antisemita…
Desperdiciar toda oportunidad de acuerdo.
Muchas veces hemos leído que los dirigentes árabes palestinos han desperdiciado toda oportunidad de llegar a un acuerdo pacífico en el medio oriente, por el bien del pueblo palestino. Sin entrar en la historia lejana, podemos ver ejemplos de esta afirmación en las últimas décadas.
Es claro que la solución pacífica del conflicto árabe israelí en general y el palestino israelí en particular, tiene dos caras que deben ser tratadas y solucionadas. La israelí, que tendrá que consolidar el sueño de Eretz Israel, frente a la realidad de fortalecer el Estado de Israel, reconocido por todas las naciones. Para ello, el fijar unas fronteras definidas, seguras y reconocidas es condición imprescindible y única.
Y es justamente en este punto, que la cara palestina del conflicto, desperdicia toda posibilidad de normalización. Y resaltamos la cara palestina y no la árabe, ya que esta plantea para la negociación, justamente soluciones concretas, que aunque sean difíciles de aceptar, abren la puerta para el dialogo. Los palestinos por otro lado, tuvieron la destreza de por su intransigencia o impotencia, de no aceptar una solución territorial propuesta por gobiernos israelíes, que les darían soluciones territoriales practicas más allá de la demagogia.
Al proponer Israel hacer cambios territoriales a las fronteras del 67 (como con Egipto y Jordania), da varias soluciones a necesidades y realidades acúticas: la creación de un estado palestino independiente y soberano; consolidación de la población palestina en donde es mayoría y de población judía en donde lo es; la posibilidad para los palestinos de recibir miles de hectáreas adjuntas a la franja de Gaza, tierra que le es crítica dada la tremenda concentración de la población en esa zona. Estos tres puntos, serian la llave para el desarrollo verdadero de un país, Palestina, que le dé la posibilidad a sus ciudadanos de vivir normalmente y en paz.
El problema es que inclusive esta posibilidad, los extremistas desperdiciaron, tal vez por el miedo de que Israel, realmente la acepte y dejen de ser relevantes ante su propio pueblo.
Es verdad, hay otros temas serios en el tintero, como Jerusalén, los refugiados, el agua… pero seamos conscientes que también estos se pueden solucionar, mientras que entendamos y aceptemos, que fortalecer el Estado de Israel, soberano y seguro, contempla los valores milenarios del pueblo judío desde siempre, que en forma actual fueron plasmados en la Declaración de Independencia del Estado de Israel, en 1948.
Prisma occidental.
Lamentablemente, muchos líderes y personas en general de occidente, se relacionan con el conflicto en el medio oriente con una hipocresía increíble, al intentar ver con valores occidentales, una realidad en la que uno de los bandos, no lo guían dichos mismos valores. Y más allá de los intereses que esta hipocresía maneja, por lo menos podrían enmarcarlos en límites de derechos humanos básicos. Si no como se puede entender que estén a favor de líderes que no respetan a sus propios pueblos, que lo usan, que el lugar de la mujer es como un objeto, que están dispuestos a que sus ciudadanos sean escudo vivo, pero sus familias y ellos mismos se cuidan y esconcen muy bien, o están en países (dictatoriales) viviendo como jeques, desconectados del dolor que le producen a su gente. Digamos las cosas como son: a ellos no les importan sus ciudadanos y a los líderes y en general muchas personas en occidente, no les interesa ver la realidad, sino seguir con la hipocresía que los intereses económicos le dan. Por supuesto acompañado de la necesidad de reconocer que el estado de Israel, el estado judío, tiene una moral de valores digna.
Por supuesto, Israel debe llegar a la concientización que la solución para el conflicto, aunque no esté garantizado su éxito, pasa por el reconocimiento real y verdadero, de un estado palestino, que auto determine su destino. Ahí también tendrá Israel toda la legitimidad por siempre de su autodefensa como lo hace frente a los países vecinos, pero también la posibilidad de llegar a una paz con gran parte del mundo árabe, como lo hicimos con Egipto, Jordania y otros más lejanos