Por Romi Morales
La Parashá Itro es una de las más significativas de la Torá. En ella, Bnei Israel será testigo de la revelación en el Monte Sinaí y la recepción de los Diez Mandamientos, un momento fundacional en la historia de nuestro pueblo. Sin embargo, más allá de su importancia para el judaísmo, este suceso representa una transformación en la manera en que distintos pueblos han entendido los vínculos interpersonales esenciales para construir sociedades basadas en la justicia, el respeto y la seguridad para todos sus miembros.
De los Mandamientos a la Construcción de Zonas Seguras
Si consideramos nuestras Tnuot, Kenim y comunidades educativas como microcosmos sociales, los Diez Mandamientos no solo moldean nuestra identidad como seres humanos y judíos, sino también como educadores. Estos principios no son solo lineamientos espirituales o históricos; son una guía activa que nos ayuda a consolidar espacios donde el aprendizaje y el desarrollo puedan florecer.
Para entender mejor esta conexión, exploremos cómo cada mandamiento puede ser una brújula para quienes tienen la responsabilidad de educar.
Los Diez Mandamientos: Un Código para la Educación
Los Diez Mandamientos han sido, a lo largo de la historia, una base ética fundamental. No solo establecen normas de convivencia, sino que ofrecen principios que, cuando se aplican en el ámbito educativo, pueden transformar profundamente la manera en que formamos a las nuevas generaciones.
De la Revelación a la Acción Educativa
Desde la revelación en el Monte Sinaí, el pueblo judío ha comprendido que la convivencia sana se basa en valores como la honestidad, la empatía y la responsabilidad. Para quienes asumen el rol de educadores, estos principios se convierten en pilares esenciales que guían cada interacción con sus alumnos. Pero, ¿cómo traducir estos valores en acciones concretas dentro de nuestros marcos educativos?
Los Diez Mandamientos Aplicados a la Educación
A continuación, presentamos cómo cada mandamiento puede servir como una herramienta educativa clave:
- Identidad y Pertenencia – «Yo soy Hashem, tu Dios…»
Un educador debe tener claridad sobre su propia identidad y transmitirla con orgullo. En Hanoar Hatzioni, la identidad judía y sionista, humanista-liberal y jalutziana son pilares fundamentales. El tzevet debe inspirar a los janijim y janijot a descubrir quiénes son, fomentando un sentido de pertenencia dentro de la diversidad.
- Coherencia y Autenticidad – «No tendrás otros dioses…»
Quien desea educar debe ser un modelo a seguir, alineando su enseñanza con sus acciones. Los janijim y janijot perciben rápidamente si un educador es genuino. La autenticidad genera confianza y refuerza los valores que queremos transmitir.
- Responsabilidad en el Discurso – «No tomarás el nombre de Hashem en vano…»
Las palabras tienen el poder de construir o destruir. Un educador debe ser consciente del impacto de su lenguaje y, por lo tanto, debe enseñar a los janijim y janijot a comunicarse con respeto y propósito.
- Equilibrio y Reflexión – «Acordarte del Shabat…»
Así como Shabat permite una pausa para reconectar con lo esencial, nuestra educación en el ken debemos equilibrar el hacer con el pensar.
- Continuidad y valoración del Legado – «Honra a tu padre y a tu madre…»
Ser parte de Hanoar Hatzioni implica reconocer y honrar a quienes nos precedieron. En este sentido, y especialmente ahora, aprovechando el aniversario de nuestros primeros 100 años, es importante que madrijim y madrijot conozcan la historia del movimiento y la transmitan a las próximas generaciones con pasión e inspiración.
- Respeto, dignidad, benevolencia – «No matarás…»
Más allá de su significado literal, este mandamiento nos recuerda que podemos “matar” el espíritu de alguien con palabras hirientes o actitudes de indiferencia. Un espacio educativo seguro es aquel en el que cada persona se siente valorada.
- Verdad, compromiso y Lealtad – «No cometerás adulterio…»
Educar es un compromiso. Madrijim y madrijot deben ser leales a su grupo, estar presentes, preparar sus peulot con dedicación y asumir con seriedad su rol como referentes educativos.
- Humildad y Ética – «No robarás…»
Educar no es protagonizar. Un buen educador permite que sus janijim y janijot brillen y crezcan sin imponer su propia visión, sino guiándolos en la construcción de su propio camino.
- Honestidad y Transparencia – «No darás falso testimonio…»
La educación basada en la honestidad fortalece la confianza entre madrij y janij. Ser sincero y vulnerable crea un ambiente en el que la verdad y el respeto mutuo son fundamentales.
- Compañerismo, fraternidad: Valoración de la Diversidad – «No codiciarás…»
Cada persona es única. Madrijim y madrijot deben evitar comparaciones para fomentar un sentido de comunidad basado en la aceptación y el crecimiento mutuo.
Los Diez Mandamientos Como Herramientas para Crear Safe Zones
Como vimos en el párrafo anterior, los Diez Mandamientos no solo son un código moral, sino una guía práctica para la educación y la construcción de zonas seguras. Garantizar un espacio educativo seguro significa mucho más que prevenir conflictos: implica crear un entorno en el que cada persona se sienta valorada, respetada y libre para desarrollarse plenamente. Si aplicamos estos mandamientos en nuestra práctica educativa, nos convertimos en creadores activos de espacios donde todos pueden crecer sin miedo, con confianza y con la certeza de que su voz y su identidad son importantes.
Conclusión: De la Teoría a la Transformación
La educación no es solo transmisión de conocimientos, sino la construcción de comunidades en base a valores compartidos. Si queremos que nuestras Tnuot sean verdaderas zonas seguras, debemos comprometernos con una educación basada en el respeto, la responsabilidad y la identidad. Los Diez Mandamientos nos ofrecen una hoja de ruta clara para ello. No se trata solo de conocerlos, sino de vivirlos y aplicarlos en cada peulá, en cada conversación y en cada acción. Porque cuando educamos desde estos principios, no solo formamos mejores madrijim y madrijot, sino que construimos un mundo más justo, más humano y, sobre todo, más seguro para todos.