Por: Romi Morales
En las últimas dos décadas de trabajo en el ámbito educativo, me he encontrado muchas veces frente a grupos de trabajo que expresan estar dando lo mejor de ellos, sin recibir ningún tipo de reconocimiento a cambio. Esto, lamentablemente, es válido en espacios educativos en general y en espacios educativos voluntarios en particular, en los que se espera que los educadores trabajen por vocación o como parte de su misión. Lo cierto es que, cuando entendemos la importancia, el impacto y los beneficios que genera el reconocimiento a los demás y, por el otro lado, las consecuencia de no reconocer logros, este pasa a ser mucho más habitual. Lo que sucede es que,muchas veces hay quienes quieren reconocer logros, pero no saben exactamente cómo hacerlo. Y, por otra parte, están quienes quieren recibir reconocimiento y tampoco saben cómo pedirlo sin que sea interpretado como un acto narcisista. Parashat Pkudei, trae excelentes ejemplos sobre reconocimiento de logros en lo individual, colectivo y en lo que respecta al esfuerzo invertido durante los procesos. Cada uno de ellos nos regala una oportunidad para tomar lecciones que nos ayuden a mejorar en tan importante área. Por eso, si te interesa saber más sobre reconocimiento de logros, te invito a que sigas leyendo. ¡Empezamos!
Reconocimiento de logros en Pkudei.
Un ejemplo de reconocimiento de logro en términos individuales vemos cuando en parashat Pkudei se resalta a Betzalel y Oholiav por su talento artístico y por el gran trabajo de liderazgo en la construcción del Mishkán. El mismo se materializa al nombrarlos y haciendo su aporte visible a los demás, estrategias generalmente usadas para empoderar y motivar a las personas a seguir aportando de una forma determinada. Por otro lado, en términos colectivos vemos que Moshe, una vez finalizado el Mishkán, bendice a todo el pueblo. Este acto público, aunque breve y sencillo, tiene un enorme poder: permite a Am Israel festejar los objetivos alcanzados, fortalecer el sentimiento de pertenencia al grupo e incrementar la voluntad de colaborar. Así mismo, la parashá muestra que, si bien los resultados son importantes, también lo es el esfuerzo invertido durante el proceso y, por ende, nos enseña que éste también debe ser reconocido. La presentación que hace Moshe a Am Israel del minucioso informe sobre cómo ha sido invertido cada uno de los recursos que le han entregado, más que una rendición de cuentas es otra manera de reconocer la generosidad del pueblo. Valorar cada donación, aparece aquí como una gran estrategia que eleva los niveles de compromiso con la causa y con la comunidad. Estosejemplos muestran cómo el reconocimiento ha sido una práctica significativa en la historia de nuestro pueblo y nos enseñan que su impacto sigue siendo relevante en la actualidad, especialmente en lo educativo.
La importancia de reconocer logros en general y en educación en particular.
Reconocer los logros es muy sencillo y no exige grandes inversiones de recursos. Aun así, cada vez son menos las personas que utilizan este valioso recurso, a pesar de haber sido ampliamente comprobado su impacto. Muchas investigaciones han demostrado que, en espacios de trabajo en general y en marcos educativos en particular, cuándo el reconocimiento es parte integral de la cultura organizacional, las personas sienten mayor índice de motivación para iniciar y terminar tareas, poseen un fuerte sentido de pertenencia y compromiso con el grupo, lo que genera aumento en la productividad y en el deseo de permanecer en la institución.
En el ámbito educativo, la importancia de reconocer logros no es menor. Cuando el reconocimiento está presente, aprendientes y figuras educativas sienten que su esfuerzo es percibido y valorado, lo que refuerza la confianza que tienen las personas sobre ellas mismas, consolidando aún más los saberes adquiridos (sean conocimientos, habilidades y o valores). Cuando educamos en un ambiente donde el reconocimiento es habitual, los niveles de dedicación y esmero por ahondar en el proceso de superación personal e intelectual crecen, incentivando así la búsqueda de nuevos y más grandes desafíos, metas y objetivos. Tal vez esto se debe a quereconocer qué sí hemos logrado (en vez de enfocarnos en lo que no), contribuye a reducir los índices de frustración en el proceso de aprendizaje y, por ende, aumenta las probabilidades de éxito educativo. Ahora bien, siendo tan claros los beneficios: ¿Por qué nuestros espacios educativos no están basados en una cultura de reconocimiento de logros? ¿es posible estimular a mi grupo a incluir el reconocimiento como parte integral de su proceso de aprendizaje? ¿Cómo es posible reconocer de manera efectiva y significativa en educación?
Consejos para reconocer logros, en base a Pkudei.
1. Am Israel recibe una bendición de Moshe, no un bono por haber construído el Mishkán.
Muchos educadores asocian el reconocimiento con premios, incentivos y o beneficios materiales. Sin embargo, cuando hablamos de reconocimiento efectivo, significativo y relevante no estamos refiriéndonos a una recompensa. Hay varias diferencias entre estos conceptos y es importante conocerlas para saber utilizar cada uno en la situación apropiadas. El reconocimiento hace referencia a la apreciación que se hace a la contribución de una persona mientras que la recompensa es una compensación por un trabajo bien realizado. El reconocimiento suele ser informal, inmediato, personal e intangible, mientras que, en la mayoría de los casos,las recompensas tienden a ser formales, a posteriori, generales y con un valor tangible previamente estipulado según el logro que se quiera premiar. Si bien ambas estrategias tienen sus pros y contras, lo cierto es que, en educación, una buena palabra en el momento indicado puede ser más que suficiente para generar un cambio profundo y positivo en los demás de por vida, no así un premio material.
2. Nombrar a las personas, bendecir al colectivo. El reconocimiento no es uno, sino diverso.
Existe un sinfín de estrategias de reconocimiento, tantas como personas en el mundo. Cada individuo y grupo reaccionan de manera diferente a las distintas formas de reconocer logros y por eso, es importante que, como figuras educativas, desarrollemos la sensibilidad y sabiduría para saber elegir cuál es la indicada para cada individuo en cada situación. Están aquellos que se sentirán a gusto con un comentario positivo en público, otras preferirán en privado (reconocimiento verbal). Están aquellos que prefieren recibir menciones, certificados, diplomas o distintivos que actúen como símbolos de su progreso. Hay quienes se sentirán más cómodos si se les ofrece recibir más responsabilidades o liderar nuevos desafíos, pues esto es interpretado no sólo como una muestra de confianza, sino también como una prueba de que ha habido crecimiento y aprendizaje, lo que permite asumir tareas más complejas, difíciles y o importantes. Saber reconocer a cada quien según su propio estilo no es sencillo, pero cuando lo conseguimos, demostramos no solo que el logro es importante, sino más importante aún, la persona que lo ha conseguido.
A modo de conclusión
Parasha Pkudei es la última parashá del libro Éxodo (Shemot). Si bien a primera vista podríamos decir que la misma se dedica a relatar la finalización de la construcción del Mishkán, lo cierto es que, cuando analizamos la parashá en profundidad, nos damos cuenta de que en realidad todo eso es la “excusa” que nos permite aprender a decir: gracias. Especialmente luego del evento del pecado del becerro de oro, Moshe podría haber optado por asumir que el aporte de Am Israel debía ser evidente (“eso es lo que se espera de ellos”) y, por ende, no habíanada especial que reconocer. Sin embargo, esto no es lo que muestra la parasha. Moshe elige entender que ninguna donación es obvia, no da por garantizado que Am Israel haya querido ser parte de tan importante y difícil tarea y, en consecuencia, todo y todos merecen su reconocimiento.
Creo que lo mismo sucede en nuestros espacios educativos. Un reconocimiento sincero puede encender una chispa en quienes educamos. Y, como vimos, ésto no se trata solo de destacar éxitos, sino principalmente de hacer visibles el esfuerzo y las ganas de aprender y crecer. Cada palabra de aliento que damos puede marcar la diferencia en la vida de alguien, convirtiéndose en el impulso que necesita para seguir desarrollándose como ser humano íntegro. En educación tenemos el privilegio y la responsabilidad de ser faros de luz en ese proceso.
Nos deseo que nunca falte nuestra mirada sensible y nuestra voz atenta para celebrar los avances y motivar a cada persona a seguir construyendo su propio camino.