Una visión y perspectiva para el diálogo educativo en Hanoar Hatzioní.

Por: Sergio Edelstein

Introducción y Reseña

El desafío de escribir ordenadamente un material del proceso educativo y de capacitación
de madrijim en Hanoar Hatzioní, nos lleva por una travesía, que tiene sus comienzos en
las fuentes mismas de la Tnuá.

Los madrijim son los que desde su comienzo, llevaron adelante la tarea educativa de la
Tnuá, por lo que vemos en ellos los motores del eje temático reflejado en la declaración
«Ser Madrij en Hanoar Hatzioní». Estos conceptos llevan en si todo el bagaje educativo e
ideológico gestado en décadas y relevante en la actualidad. El madrij es el protagonista
activo («Ser Madrij») de la empresa educativa, al ser el responsable de estudiar y
profundizar, debatir y cuestionar, preparar las actividades de transmisión de contenidos y
motivar a sus janijim, con el entusiasmo de su participación activa en sus propios
procesos formativos. Estos procesos están basados en el legado de valores de la
Concepción de Mundo de la Tnuá, bagaje que le da una característica como institución
educativa. Los madrijim en Hanoar Hatzioni, son «la perla educativa» de nuestro sendero
y protagonistas principales de la realización de nuestros ideales.

Dada la complejidad y extensión del material, el presente escrito está estructurado de tal
forma que guíe y derive al lector en una variedad de materiales, los cuales le dan la
posibilidad de estudiar, preguntar y trabajar por sí mismo, hacia la labor educativa a la
que se enfrenta como educador en nuestros días.

El complejo del proceso de capacitación lo podemos ejemplificar en torno a un moto de la
Tnuá el cual tiene tanto significado para sus bogrim: «Hanoar Hatzioní, escuela para la
vida». Lo aprendido, vivido y hecho en las paredes de la Tnuá, lo llevamos como parte
íntegra de nuestra formación, como seres humanos, judíos y sionistas.

El contenido que exponemos en este escrito refleja lo que debemos analizar y dialogar: la
disonancia entre lo deseado (ratzui) y lo existente (matzui) por un lado y el diagnóstico de los bogrim participantes en la labor educativa tnuatit (en toda su complejidad), por otro. Y
estos dos tópicos especiales y característicos al analizar y estudiar el tema de capacitación
de madrijim en la Tnuá. Lo hacemos convencidos de la importancia en el estudio de todo
el proceso.

El «Proceso de capacitación de Madrijim-Manhiguim» está compuesto por una gama
interesante de sub-procesos allegados y concentrados, que incluye principalmente, las
experiencias educativas ordenadas, por la que el janij pasa a través de los años de
educación en la Tnuá. En el presente artículo nos referimos a los marcos esenciales en las
filas del movimiento juvenil. Como es natural, al margen y en paralelo, el janij está
expuesto a procesos educativos formales e informales de gran tenor e influencia: la
educación formal general y judía, la media que irradia cantidades de conocimientos,
información, propaganda, en forma constante y no siempre controlada o planificada, la
familia como marco social, etc.

Objetivo del proceso de capacitación

En nuestras fuentes encontramos un proverbio que nos es guía en este escrito:
«Sof mahase, bemajshava tjila»
Y en una traducción libre: el resultado final, es producto de un pensamiento previo,
inicial.

Este proverbio nos lleva a elevar preguntas centrales en la desafiante travesía de marcar
las características del proceso de capacitación en Hanoar Hatzioní:
¿Cuál es la imagen que pensamos y creemos es la correcta o ideal del madrij de Hanoar Hatzioní?
¿Cuáles son las disciplinas de conocimiento que el madrij debe poseer?
¿Cuál es el perfil del candidato a ocupar este importante y central rol educativo de la Tnuá?

De estas tres interrogantes, se desprenden las bases del presente trabajo: «definir cuál es la
imagen y contenidos del madrij en Hanoar Hatzioní, teniendo presente el diagnóstico del perfil de los jóvenes que son los protagonistas del proceso educativo que los lleva a ser
los transmisores del bagaje educativo de Hanoar Hatzioni por medio de la Hadraja».

Podemos así, definir el objetivo del proceso de capacitación, como «la capacitación del
joven judío -que fue educado en las diferentes shjavot de la Tnuá -, joven autónomo
y libre, motivado y comprometido, pensante y crítico, con un bagaje de valores y
contenidos característicos, que le permiten íntegramente Ser Madrij en Hanoar Hatzioní».

El marco de acción que la Tnuá le brinda, está caracterizado por parámetros claros y
definidos (ver artículo «Características del Perfil de Tnuot Noar»). Específicamente, este
marco en Hanoar Hatzioní es pluralista por excelencia y esencia. Es importante recalcar,
que nos referimos a pluralismo cultural e ideológico, pero entendiendo que pluralismo no
significa tener la facultad de cambiar los valores constituyentes, cimientos de la
concepción de mundo! Hanoar Hatzioní le permite al madrij de sus filas, janij formado en
sus shjavot, navegar educativamente, con una brújula que lo guía hacia el objetivo de
dicha formación y con un sin fin de faros que le muestran senderos y le posibilitan la
elección de caminos por donde navegar.

Imagen del Madrij ????

El intento de determinar o definir la imagen del madrij en Hanoar Hatzioní, es un desafío
importante, ya que determina la imagen del portador y transmisor del mensaje educativo
tnuatí. Y consientes resaltamos, es el protagonista central en la formación educativa de
sus janijim, por lo que la responsabilidad de sus hechos es primordial. No por casualidad,
vemos en el «ejemplo personal» y la «integridad», las características centrales e
imprescindibles que debe tener un madrij en Hanoar Hatzioní, sin las cuales, no hay
justificación a su rol educativo.

Creemos y confiamos en que la imagen a la cual debemos aspirar es:
Madrij poseedor de una visión y sendero.
Madrij que es ejemplo personal con integridad.
Madrij que tiene un bagaje de valores consistente.

Madrij que tiene una sabiduría crítica; Madrij pensante.
Madrij autónomo en sus hechos y poseedor de un comportamiento ejemplar y digno.
Madrij soñador, activo y comprometido, que se realiza personalmente.
Madrij que invierte en su desarrollo personal y se educa constantemente.
Madrij que ve en la Kvutzá, el grupo de pares esencial en su propio proceso educativo.
Madrij objetivo en la transmisión de los contenidos, pero abierto subjetivamente en sus
posiciones éticas y de valores.
Madrij con pasión en su rol, que realiza con alegría y sensibilidad.

Podríamos y deberíamos agregar a esta imagen, muchas otras cualidades. Estas las
desarrollamos en la tabla «Características del líder joven» y en el escrito «Líder joven».
Tenemos la plena conciencia y creencia, que sin lo expuesto anteriormente, pecaríamos al
enfocar nuestro sueño educativo, como el más elevado de los desafíos de la Tnuá.

Disciplinas de Conocimiento ?? ?????

La respuesta al segundo interrogante que elevamos, es seguramente la que más legado
tiene en las bases educativas ideológicas de la Tnuá. El desarrollo y los cambio
correspondientes al tema, llegan desde los años 20 del siglo XX, con la gestación misma
de Hanoar Hatzioní. El artículo «El Desarrollo ideológico de Hanoar Hatzioní» (Talmi,
Y.), plantea este desarrollo de contenidos. Todo este desarrollo durante más de ochenta
años, tiene como cimiento fuerte, estable y coherente, los valores centrales de la Tnuá, las
que conjugadas en un conjunto, componen la concepción de mundo de Hanoar Hatzioní.

Si bien la base de las disciplinas de conocimiento es estable, las mismas han ido
adaptándose a la idiosincrasia y características culturales de los diferentes países y en las
diferentes épocas. Lo mismo ha ocurrido con las metodologías y simbolismos educativos,
los cuales se adaptaron y progresaron constantemente, sustentados por la concepción de
mundo citada. Ejemplos de ello podemos analizar en dos expresiones educativas: tojniot
(de una gran variedad de metodologías como ser seminarios, majanot, etc.) y por otro lado
la simliut.

Un análisis profundo de tojniot de los diferentes keinim y actividades continentales, nos
revela un mundo de creatividad, dedicación y profundidad sobresalientes, de jóvenes
adolescentes comprometidos. El «Tojnit Tnuátit de Argentina-1957», nos muestra
claramente cómo era la interpretación de los bogrim en esos años, de cómo se debe educar
a los janijim en el proceso educativo de la Tnuá; tojniot de majanot en Europa o Amlat, o
los Camps de Canadá, de las últimas décadas, definen con otros tópicos y metodologías,
los mismos valores.

La simliut nos permite penetrar en un mundo brillante de imágenes y representación
gráfica de nuestra ideología. Así en HHbBélgica hay una shijvá especial para el comienzo
de la participación en la Tnuá, denominada Kfirim (shijva no estipulada en la simbología
del resto de los Keinim en el mundo). En México también existe una shijva previa a Bnei
Midvar, denominada Gurim, que fue creada en los años noventa por las necesidades y
procesos locales. Estos ejemplos de adaptaciones fueron hechos en el desarrollo de cada
Ken en base a sus realidades y necesidades de transmitir de la mejor manera los valores y
mensajes de la Tnuá; la esencia queda, las formas son cambiantes. El madim en
HHbCosta Rica es una tshirt con el simán de la Tnuá, (tal vez por la realidad climática
local), en HHbBélgica y HHbInglaterra es de color beige y en otros keinim blanca; así
podríamos señalar un sin fin de ricas y creativas adaptaciones metodológicas, que tienen
como fin llegar de la mejor forma a la identificación del janij con la Tnuá y sus ideales.

En las veidot olamiot de 1996 y 2007, se planteó la necesidad de crear un documento que
homogenice los contenidos que debe recibir un janij en Hanoar Hatzioní en el proceso
educativo Tnuátí. En 1982 HHbUruguay hace un intento ordenado al escribir el llamado
«Tojnit Bianual», el cual contempla los contenidos y temas centrales de cada shijva, desde
Bnei Midvar hasta Magshimim y así completa en forma ordenada y sistemática, el
proceso formativo del janij. En HHbBélgica, se trata el tema en los últimos años en
diferentes foros y junto a HHbInglaterra se escribe un bosquejo al respecto, «Contenidos
educativos de Hanoar Hatzioní».

Estos planteamientos suponen una premisa básica: Hanoar Hatzioní mundial tiene que
tener un denominador común en sus contenidos (o por lo menos temáticas) a educar, un
núcleo básico y común de contenidos educables en sus keinim. Y es justamente aquí que surgen unas de las grandes interrogantes, debemos homogeneizar los contenidos?,
debemos concretizar un mínimo común denominador o aspirar a más que eso?

La exposición en el desarrollo del artículo, plantea el pensamiento, que justamente
Hanoar Hatzioní del siglo XXI, por su diversidad y lugar educativo especial en las
diferentes latitudes, debe ser coherente con las bases de su concepción educativa, en el
deseo de plasmar su visión y concepción de mundo (Darkeinu). Hanoar Hatzioní debe
esclarecer sus valores y fijar valores superiores y generales, claros y factibles para sus
bogrim, dejando en manos de los mismos, la gran gama de actividades creativas y
adecuadas a cada Ken, para transmitirlos en forma coherente basados en el ejemplo
personal.

Los trabajos aquí presentados son reflejo del mundo de valores, trabajados
mancomunadamente por los bogrim, y son el resultado y expresión de su entendimiento e
identificación con los mismos.

Al identificarse el madrij con el bagaje de valores, transmitirlos con los componentes
centrales de la concepción educativa tnuatit y actuar consecuente con los objetivos,
cumplirá con el legado digno que posee y nos une.

Este es un desafío mucho más difícil. Homogeneizar sería tal vez más fácil y concreto,
pero pecaríamos de no ser fieles a nuestro sendero educativo, sendero que nos exige el
enfrentamiento personal y crítico con los contenidos y valores de la Tnuá, para así
transmitirlos íntegramente a los janijim en su proceso educativo. Este es el legado de la
capacitación de madrijim, eje de este artículo.

En base a todos estos pensamientos y postulados, quisiera reflexionar cuales, deberían ser
las disciplinas de conocimiento generales, que nos deben servir de base en el diálogo
educativo actual. Generales, debido a que la deducción de los contenidos específicos y
operativos debe ser el desafío del madrij a la hora de «Lehadrij» (guiar). Me centralizo en
los madrijim por lo expuesto anteriormente y como imagen y reflejo del rol principal del
madrij en la Tnuá.

Las disciplinas de conocimiento que considero primordiales son las siguientes:

  • Destrezas o cualidades que despiertan e incentivan el deseo de aprender, investigar y adaptar los materiales educativos e ideológicos. Esto llevará al madrij a buscar materiales, capacitarse y profundizar en los mismos.
  • Bagaje cultural judío, sionista, humanista y general. Me refiero a conceptos, principios y hechos básicos en estas cuatro facultades, que le permitan transmitir con fundamento el mensaje educativo y llegar a los objetivos formativos.
  • Bagaje conceptual de la visión e ideales de la Tnuá.
  • Cualidades de crítica, juicio y diálogo a lo que se educa y como, sus límites, y asi entender la diferencia entre lo deseado (ratzui) y lo existente (matzui).
  • Compromiso con las características dominantes de la concepción educativa: democracia en la participación en el proceso educativo, diálogo como base del mismo, coherencia con el mensaje ideológico y el ejemplo personal. Integridad y dignidad frente al janij y lo que lo circunda (sociedad en general).
  • Sensibilidad con el janij, sus necesidades, sentimientos y cualidades.

A estos conceptos, quiero agregar otros presentados por Aloni, N. :

  • Conciencia de la diferencia entre «hechos» como absolutos u objetivos y plantear hechos como bases de pensamiento subjetivo y crítico. En otras palabras, diferenciar entre «descripción de hechos» y «juicios normativos».
  • Aprender a emitir y recibir críticas como parte del proceso de auto-educación, junto a las destrezas de trabajo en equipo y en participación, como base del aprendizaje mutuo.

Por último, nos plantea Aloni: «Tal vez el sentido de las proporciones es la llave: como la
identificación de un sonido afinado, un movimiento elegante, una palabra en su lugar, una
reacción adecuada, una buena idea, un pensamiento inteligente…así también la acción de
un educador enriquece el espíritu del educando y mejora su personalidad, ya que está en el
lugar correcto, en el tiempo correcto, de la mejor manera y en la persona correcta».

Perfil del Madrij

Hemos expuesto la imagen del madrij y las disciplinas de conocimiento básicas, que
creemos necesarias para la realización de la labor educativa. Si volvemos a las preguntas que nos guían de este artículo, el objetivo de la tercera interrogante se centraliza en quién
es la persona (y en que entorno se desarrolla) que asume el rol. No es la intención de este
material, desarrollar el diagnóstico actual de los jóvenes judíos que participan en la
actividad tnuatit de las diferentes latitudes ya que es dinámico y cambiante, sino recalcar
la importancia de realizar este diagnóstico, en base a las realidades y características
locales en cada tiempo determinado y estudiando la idiosincrasia general en las que se
desarrollan. En el artículo «Cuarta etapa de Hanoar Hatzioní», expresamos diferentes
realidades y hechos que influyeron e influyen en la juventud constantemente, junto a los
cambios significativos que la realidad circundante ha sufrido e influido directamente en
los javerim, especialmente en la etapa de la adolescencia en sus vidas. Un ejemplo de un
diagnóstico ordenado y profesional, podemos tomar del «Modelo Fractal de Planificación
en la Educación No-Formal», el que contiene parámetros y conductas a diagnosticar
cuando nos encaminamos a la planificación de cualquier marco educativo en la Tnuá.

Estructura del proceso de capacitación

Sin lugar a dudas, podemos aseverar que el proceso de formación de madrijim en Hanoar
Hatzioní, se inicia con el comienzo mismo del proceso educativo de un janij, en la shijva
de Bnei Midvar. Y así, cada peulá, cada vivencia, cada majane, agregan un eslabón en la
formación de un Madrij en Hanoar Hatzioní, con el significado y particularidad que esto
implica.

Este proceso se encauza, en las etapas de «Bogrut». Es el momento en que se aprenden,
profundizan y aclaran los contenidos, en seminarios, peulot, cursos de madrijim, el
proceso denominado Majón Continental para la capacitación de madrijim y manhiguim, el
tojnit Shnat Hajshara Tnuátit en Israel. Estos eventos conllevan en sí, el mayor
aprendizaje y proceso educativo tanto para el janij, como – y sobre todo – para el madrij,
que lo prepararon y lo llevaron a la práctica.

El presente artículo se centraliza en el «círculo tnuatí» (educación no-formal) de la
capacitación de un madrij, y no específicamente a los formales e informales que se
desarrollan constantemente y en paralelo. Este «círculo» está centralizado en la actividad
educativa tnuatit específicamente, ya sea implícita y/o explícita. Los «círculos no tnuatim», si bien son fundamentales en la capacitación general del «círculo tnuatí» podemos definirlos como complementarios, partes de un todo. Un diagnóstico profundo, como fue expuesto anteriormente, tendrá una implicancia práctica cuando nos centralicemos en la planificación de las disciplinas de conocimiento, necesarias a cada
Ken.

Es importante señalar, que los materiales y procesos expuestos, son en base al calendario,
las necesidades e idiosincrasia en América Latina. Los conceptos básicos son relevantes
igualmente a la realidad europea de la Tnuá.

El siguiente esquema organiza las diferentes etapas de la capacitación:

El presente trabajo presenta los cimientos de cada etapa en el «círculo tnuatí».

La esencia del proceso de capacitación: Hadrajá

El objetivo central del proceso de capacitación de Madrijim y Manhiguim fué definido
aquí como «la capacitación del joven judío -que fue educado en las diferentes shjavot de
la Tnuá-, joven autónomo y libre, motivado y comprometido, pensante y crítico, con un
bagaje de valores y contenidos, que le permiten íntegramente Ser Madrij en Hanoar
Hatzioní»

Dicha capacitación debe ser profesional y ahondar en los tópicos del concepto «Hadrajá»,
el cual definiremos como la «homogenización [producto, amalgamación, conjunción]
entre la concepción (filosófica) de mundo, que conlleva los valores del movimiento
juvenil, y una concepción educativa particular, determinada por las características
que componen el perfil de un movimiento juvenil»
.

Todo movimiento juvenil basa su educación en una concepción (filosófica) del mundo. La
gran variedad de tnuot noar se diferencian entre si justamente en la gran gama de valores
que la caracterizan y le dan el sendero hacia su visión del mundo. Estos valores van más
allá de la ideología de cualquier movimiento. Los valores son la esencia del movimiento y
la ideología es la bandera que los traduce en acciones. Si cambiamos dichos valores,
cambiamos el movimiento. Sin embargo, muchas veces la realidad, el tiempo y las
circunstancias nos obligan o tal vez nos incentivan a cambiar la ideología. Esta adaptación
es como enarbolar los valores al mundo diario, es significativo y desafiante. Esta
adaptación nos hace seguir siendo relevantes.

Los componentes básicos del perfil de un movimiento juvenil, fueron desarrollados en el artículo «Características del Perfil de Tnuot Noar».

Etapas centrales en el proceso de capacitación

El objetivo de este capítulo, es priorizar las características de cada una de las etapas centrales en el proceso de capacitación de madrijim en Hanoar Hatzioní, específicamente en el círculo tnuatit.

Aprendizaje y vivencias en Kvutzá.

Un niño ingresa al entorno del movimiento juvenil a distintas edades dependiendo de la
idiosincrasia y costumbres de la comunidad, de las distintas posibilidades que se le
presentan, de los marcos familiares, etc.
Desde el momento que el niño ingresa al marco tnuatí, comienza a navegar por un
proceso basado en la concepción educativa característica del movimiento juvenil como lo
expresamos anteriormente.

El proceso incluye algunos marcos básicos:

  1. Peulá semanal en un espacio característico de la Tnuá (Ken). En este marco el niño
    recibe contenidos, experiencias judías-sionistas-israelíes en un marco grupal (Kvutzá).
  2. Majanot tzofim en la naturaleza. Este marco permite el desarrollo de valores de
    identificación con amigos y pares, tolerancia para con las personas y la naturaleza,
    desarrollo y desempeño personal, compartir y dialogar. El Majane es una unidad
    didáctica con una concepción educativa específica. La podemos estudiar en el libro
    «Al Aire Libre».
  3. Actividades sociales que se desarrollan con el tiempo dentro del grupo (fiestas,
    paseos, etc.).

Beit Sefer de Madrijim

El joven comienza a participar del marco de capacitación definida y concentrada, en
paralelamente de la continuación del proceso natural descripto en el marco anterior. Este
es el comienzo de toma de responsabilidades en el marco tnuatí. En la mayoría de los
países se desarrolla un Beit Sefer de madrijim y los jóvenes estudian en el mismo en forma intensiva y grupal. Estos cursos están dirigidos educativamente por las Vaadot Jinuj locales, Shlijim y profesionales (por lo general ex-bogrím).

Práctica de la «Hadrajá» – Ser Madrij

Hacia el encuentro con su futura Kvutza, el joven participa de una serie de seminarios
temáticos (en paralelo a los Batei Sefer de madrijim), los que le brindarán las
herramientas básicas, teóricas, para su próxima Hadrajá. Estos seminarios intensivos son
ideológicos, metodológicos y específicos a las necesidades locales.

No hay como una experiencia personal, en la educación no formal, para aprender.
Generalmente, la primera experiencia se centra en actividad básica que se realiza en un
grupo de niños de las primeras edades u acompañados del coordinador de la Shijva – un
boguer con experiencia de unos años en la educación tnuatit. Este coordinador tiene como
función acompañar en la planificación de la actividad básica y así mismo en su evaluación
semanal en las reuniones del equipo.

A fin de año, los futuros madrijim participan en el Majón Continental, en el nivel creado
y destinado especialmente para esta etapa, el que tiene como objetivo principal
profundizar los contenidos judíos, sionistas, ideales y didácticos y por sobre todo tener
una primera experiencia completa y positiva en la Hadrajá. Esta se refleja en la práctica de
una peulá compleja, planificada, con sus pares de la kvutzá, quienes le dan críticas
constructivas, aprendiendo todos de ésta enriquecedora experiencia.

Capacitación y consolidación Continental

El proceso que denominamos “Majón Continental”, es una realidad mucho más completa
y compleja que el seminario propiamente concentrado en sus diez días de estudios y
vivencias. Es un proceso educativo profundo y verdadero, que comprende etapas
preliminares fundamentales, de preparación, estudio, toma de decisiones, evaluación y
creación.

Vemos los «resultados» (si podemos referirnos a resultados en educación) en el
compromiso asumido por los bogrim, en la mejor educación y Hadrajá en sus tnuot,
solamente en el marco del ken, sino también saliendo del mismo, influyendo en la mayor
cantidad de jóvenes judíos y comunidad en general.

Dicho compromiso es por sobre todo, el mensaje que como tnuot noar, pretendemos
transmitir: activar en un marco juvenil judío y sionista con compromiso, dedicación e
integridad, que ve en la realización personal en Israel del joven boguer, su máxima
aspiración.

Los objetivos centrales del proyecto Majón Continental son: la capacitación de Madrijim
y Manhiguim para el desempeño y desarrollo de la labor educativa Tnuátit; la
consolidadción del liderazgo continental paralelo, a un proceso de fortalecimiento en la
«Hanaga» local; el desarrollo natural y profundo de la «Hadrajá» y no nemos importante la
integracion social y de solidaridad entre educadores.

Siguiendo este pensamiento, y como lo expresamos con anterioridad, proponemos un eje
temático que unifica todos los contenidos que se transmitirán en el Majón Continental:
«Ser Madrij [y Manhig] en Hanoar Hatzioní», como eje más básico, el cual comprende
acción, metodología, valores e ideología.

La concepción educativa detras del modelo metodológico instrumentado en el Majón
Continental, se basa en la integración de conceptos y vivencias en la realización de un
proyecto. Esta proyectada hacia la elaboración y puesta en práctica de una «Tarea». Esta
experiencia práctica (Tarea) es producto del proceso de adquisición de conocimientos
desarrollado durante todo el Majón, experiencia integradora del mensaje presentado por
medio del eje temático central.

La tarea, está debidamente adecuada a los diferentes parámetros que caracterizan e
identifican cada uno de los diferentes niveles, en los cuales está dividido el Majón. El
objetivo de estos niveles es diseñar una capacitación que permita realizar con éxito una
primera experiencia en Hadrajá, perfeccionar lo adquirido e interiorizar, cuestionar, y
criticar temáticas relevantes a su futuro personal y como líderes de sus movimientos. En
parte de los majonim, se adhiere un nivel especial, con el objetivo de introducir y motivar
al janij que comienza su proceso de capacitación, hacia el desafío educativo futuro, y la
necesidad de capacitarse.

Es importante recalcar que si bien no son considerados como «un nivel», la gran
experiencia y responsabilidad, es de la kvutza de bogrím de todo el continente, que
conforman el Tzevet o Hanhalá del proyecto. Lo que hace que el Majón sea especial para
la shijva manhiga del continente, es la concepción educativa que se encuentra detrás de la
forma de programación y su tratamiento. De hecho, el Majón «se construye de nuevo»
cada año por sus organizadores. Si bien los estudios en el marco del Majón se llevan a
cabo durante 10 días consecutivos, en condiciones de internado, su programación es una
parte integral del proceso de preparación de la joven manhigut. Los bogrim participan en
dos seminarios cortos para la preparación del Majón, Pre – Majón – generalmente medio
año antes del Majón- y el Mifgash Hajana (encuentro de preparación) después de haber
culminado de planificar los programas de cada nivel.

La preparación logística y técnica es realizada por el país en el cual se realizará el Majón.
Durante toda la etapa de preparación – existen intercambios de información, programación
compartida y crítica evaluativa, que funciona a través de la red de internet.

El desafío de los Bogrím, Shlijim y Javerím de la Mazkirut Olamit es lograr que este
proceso eleve el nivel personal de los janijim, el nivel educativo de los diferentes keinim
y el compromiso ideológico con el mensaje de Hanoar Hatzioni.

Tojnit Shnat Hajshara Tnuátit en Israel

Desde varios puntos de vista es la fase más importante e intensiva del proceso de
capacitación. Todos los años, el ideal del proceso de capacitación que estamos
desarrollando, lleva a que la shijva de manhiguim, viajan a Israel, a un programa
concentrado e intensivo.

Los objetivos centrales:

  • Vivenciar una experiencia real con los diferentes componentes de la sociedad israelí, como futura alternativa personal.
  • Capacitar e incentivar una conciencia de capacitación a madrijim y manhiguim.
  • Brindar herramientas para desarrollar un pensamiento profundo y crítico en los tópicos del bagaje judío y sionista, así como generales.
  • Desarrollar y enriquecer las diversas habilidades pedagógicas del madrij.
  • Fortalecimiento de mi identidad judía actual, frente a mis deseos de identidad futuros. La conjunción entre mi identidad judía y mi posible identidad israelí.
  • Acercar a los participantes hacia una posible Hagshamá Atzmit viviendo una vida normal como judío activo y comprometido.
  • Estudiar y profundizar en tópicos ideológicos de la Tnuá.
  • Conocer y pasear por Israel, como plataforma educativa.
  • Proporcionar una plataforma de desarrollo personal y en kvutzá, tomando decisiones propias y autónomas.
  • Consolidar una hanagá continental hacia los próximos desafíos comunes en su inserción futura como manhiguim zonales y continentales.

El programa está compuesto por cursos teóricos, talleres pedagógicos, salidas de estudio,
vivencias personales y grupales, voluntarismo y conjunción con jóvenes israelíes y
seminarios que unen actividad práctica con el aprendizaje teórico. Durante toda la etapa se
realizan largos paseos en todo el país, conociéndolo a lo largo y ancho, acercándonos a
gente, utilizando a Israel como plataforma educativa y vivencial.

Realización de la Manhigut – participación y toma de responsabilidades

El enfrentamiento con la manhigut local y continental después del año de estudios y
experiencias intensivas en Israel, es el gran desafío. El joven manhig vuelve a su país y
comienza a actuar como líder local, en el marco zonal y continental. Comienza a
desempeñar puestos centrales en el hacer educativo, y en el orden directivo. En vista de
actividades más amplias, el joven manhig asume la responsabilidad de organización y
puesta en marcha, experiencia que enriquece significativamente su capacitación.

Uno de los proyectos centrales de la etapa es el «Seminario de Bogrim Manhiguim». Este
seminario central para las hanagot continentales, es el eslabón que centraliza y guía la
programación anual de la Tnuá, le da contenidos y consolida a la hanagá continental,
como el motor de toda la labor educativa. Le da un sendero de acción, y ayuda en la toma
de decisiones, tanto grupales como personales. Es tal vez, el seminario más importante de
capacitación para los bogrim que día a día, están aunados en la responsabilidad de llevar
adelante el mensaje de Hanoar Hatzioní.

Durante esta intensa experiencia de liderazgo y educación, se da paralelamente la etapa de
decisiones personales. Entre los 20 y 25 años, en la mayoría de los movimientos juveniles,
el joven manhig llega a la etapa de toma de decisiones personales en cuanto a su futuro.
Se puede deducir que la joven manhigut que se centra en el hacer educativo, esto influye
significativamente en la decisión, en muchos casos, hacer Aliá. Es cierto que muchos
manhiguim permanecen en sus comunidades, pero también en ellos éste es un factor
importante en su deseo de contribuir en la comunidad en general y en la educación, en
particular.

Breves conclusiones y pensamientos generales

El presente artículo presenta una imagen general del rico proceso de capacitación de
madrijim de Hanoar Hatzioní. Creemos que esta imagen abre una puerta hacia lo que fue
presentado como el objetivo del mismo, definir cuál es la imagen y contenidos del madrij
en Hanoar Hatzioní, teniendo presente el diagnóstico del perfil de los jóvenes que son los
protagonistas y en base a ello, planificar y desarrollar el proceso de capacitación de
dichos madrijim. La brújula nos guía y los faros nos señalan los caminos.

Creemos que las preguntas que se abren, dan lugar a un diálogo educativo en la Tnuá, y a
la posibilidad de que bogim y javerím desarrollen conceptos actuales y relevantes, como
parte de este diálogo.

Vemos dos desafíos importantes para la Tnuá en el mundo.
El primero, realizar un análisis profundo del proceso de capacitación de madrijim en
general, y en Europa en particular a la luz de los grandes cambios que pasa este
continente.
El segundo, aprender unos de los otros, intercambiar experiencias y así seguir
enriqueciendo la leal labor educativa, que día a día todos nosotros encaramos, con
responsabilidad, dedicación y amor.

Bibliografia

  • On Becoming Human, Aloni N., 2005.
  • Al aire libre, Hanoar Hatzioni-KKL, 2004.
  • Darkeinu, Hanoar Hatzioni, 2007.
  • Antología ideológica, Talmi Y., Hanoar Hatzioni, 2004.
  • Modelo Fractal de Planificacion en la Educación No Formal, Sergio Edelstein, Hanoar
  • Hatzioni-KKL, 2003.
  • Características y parámetros sobresalientes en un movimiento juvenil (Perfil Tnuat Noar),
  • S.E.
  • Líder Joven el desafío educativo de un movimiento juvenil, S.E.
  • Majón Continental de Hanoar Hatzioni (Medio siglo de capacitación en Hadraja), S.E.
  • Cuarta etapa del desarrollo de Hanor Hatzini, S.E.

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