LOS NOMBRES DE LA FESTIVIDAD DE PESAJ Y SU SIGNIFICADO AYER Y HOY

Romi Morales

Como es sabido, la festividad de Pesaj tiene 4 nombres. En este artículo, quisiera compartir un breve resumen de los significados que tradicionalmente se les brindan y algunos otros que estos adquieren a la luz de los desafíos a los que se enfrenta Israel en el último tiempo.

Jag HaJerut. La fiesta de la libertad.

En Pesaj celebramos que Am Israel logró salir de la esclavitud que lo oprimió durante centenas de años, a la tan deseada libertad. Luego de mucho sufrimiento, dolor y dificultad, cuando parecía imposible que el futuro ofrezca algo mejor, la posibilidad de retomar el destino de sus vidas, se presentó frente a Am Israel como una opción al alcance de la mano. Desde entonces en esta festividad: En cada generación, cada persona debe verse a sí misma como si hubiera salido de Egipto. Así es como, cada año, nos encontramos frente a la posibilidad de reflexionar sobre aquellas cosas que tienden a limitar nuestra libertad. 

Este año, a diferencia de tantos otros, el sentido de la festividad de Pesaj se tornó profundamente urgente y literal: 133 personas continúan cautivas por la organización terrorista Hamas en Gaza desde el 7/10, siendo privadas de todas sus libertades por el solo hecho de ser judías e israelíes. La famosa frase con la que Moshé se presentó varias veces frente a Paró, שלח את עמי (“Deja salir a mi pueblo”), es hoy el pedido de la sociedad israelí y del pueblo judío entero, a lo largo y ancho del mundo. Este año, para realmente poder festejar la fiesta de la libertad, necesitamos que nuestros seres queridos sean liberados y vuelvan a casa para que puedan comenzar el proceso de sanar a nivel personal y, junto con ellos todos nosotros, a nivel nacional.

Mientras tanto, y hasta que eso deje de ser un deseo de esperanza y se convierta en realidad, todos aquellos que disfrutamos de relativa libertad debemos usarla para ayudar a aquellos que aún se encuentran en cautiverio. Usemos nuestra libertad de expresión para contar la historia de aquellos que hoy no pueden usar su propia voz; usemos nuestra libertad de movimiento para llegar a aquellos lugares donde más nos necesitan; usemos nuestra libertad de opinión para seguir educando en los valores que hacen de este mundo un lugar más justo, libre y humano.

Jag HaMatzot. La fiesta de los panes ázimos.

Matzá es el pan ázimo que comemos en Pesaj para recordar la urgencia con la cual salió Am Israel de Egipto pues, ante la falta de tiempo, el pan no logró leudar. 

El pan y la matzá se preparan utilizando prácticamente los mismos materiales esenciales, siendo la única diferencia la levadura: la encargada de que el pan se infle y tome grandes dimensiones. 

Por este motivo, hay quienes suelen decir que el jametz (alimento leudado) está asociado al ego.  Así como la levadura transforma la real dimensión del alimento, en ocasiones el ego nos lleva a perder la capacidad de vernos a nosotros mismos y a la realidad en la que estamos inmersos, tales como son. En este sentido, el ego es peligroso porque nos infla, nos agranda, nos llena de soberbia y no nos permite ver, escuchar, aprender. El ego es aún más peligroso cuando lo que solo podemos ver es a nosotros mismos y no al Otro que tenemos cerca.

Israel se encuentra en un momento crucial. Se presentan desafíos que ponen en juego los valores más esenciales y profundos por los cuales fue creado nuestro país como hogar nacional para el pueblo judío: asegurar y garantizar la seguridad e integridad de todos sus ciudadanos, donde sea que estos se encuentren. 

En este contexto, resulta imprescindible que la sociedad en general, y nuestros líderes en particular, logren ver las necesidades primordiales del pueblo de Israel hoy en día y sin las cuales los cimientos sociales podrían llegar a desmoronarse. 

Este momento histórico exigirá grandes niveles de humildad, ya sea para asumir que hemos tomados decisiones equivocadas, así como para asumir responsabilidad por nuestras acciones y mostrar disposición para tomar nuevos rumbos. En este capítulo de la historia, debemos entender qué es lo verdaderamente fundamental que debe ser resguardado. 

En mi humilde opinión, nada es más básico, inaplazable e ineludible para la unidad de la sociedad israelí que la certeza por parte de sus ciudadanos de que, en caso de emergencia, sus vidas son prioridad. Todo lo demás, como la levadura durante Pesaj, puede esperar. Am Israel Jai, El Pueblo de Israel Vive, y mientras esto suceda no hemos de renunciar hasta que todos los cautivos de nuestro pueblo sean liberados. 

Jag HaAviv. La fiesta de la primavera

El crudo invierno se caracteriza por fuertes vientos que suelen arrasar con las hojas de los árboles, dejándolos desnudos y descoloridos por largos meses. El cielo gris, las lluvias incansables y las nubes constantes son el paisaje fijo de trasfondo. Durante el invierno da la sensación de que la naturaleza se encuentra dormida, incluso a veces muerta. 

Y luego del crudo invierno, viene la noble primavera. Allí es cuando mágicamente todo revive. Los árboles regalan sus primeras hojitas verdes y florecen sus primeras pintorescas flores. Es emocionante observar la sabiduría de la naturaleza y conmovedor recibir su mensaje de resiliencia: Es posible sobreponerse a las más duras circunstancias y recuperarse luego de haber atravesado una etapa de oscuridad y frío. 

En este Pesaj es importante que nos recordemos este mensaje empoderador, porque si tenemos en cuenta lo que expresan nuestras fuentes (“porque el hombre es como el árbol” ), entendemos que el poder de resistencia, fortaleza y superación existe también en nosotros. 

Este Pesaj, este mensaje de esperanza es lo que necesitamos para estar seguros de que, a pesar de todo, vendrán tiempos mejores. Y cuando estos lleguen, podremos ser capaces de disfrutarlos.

Jag HaPesaj.

La última de las plagas en Egipto fue la de la muerte de los primogénitos. Los hebreos se salvaron de la misma luego de haber hecho una marca en sus puertas, ya que según los relatos, se dice que la plaga “salteaba” aquellas casas con marcas, atacando solamente aquellas sin marcar. De allí la palabra “Pasaj”, cuyo significado en hebreo es “saltear”.

Es inevitable pensar que los trágicos eventos del 7.10 y todo lo que ha sucedido desde entonces “no salteó” a ningún sector de la sociedad israelí: desde niños hasta personas de la edad de oro, desde el norte hasta el sur del país, personas más o menos religiosas, de cualquier partido político y opinión ideológica, judíos tanto dentro como fuera de Israel, absolutamente todos hemos sido interpelados de alguna manera u otra. El miedo, la angustia, la frustración, son sólo algunos de los sentimientos que en los últimos seis meses han llegado a nuestra puerta sin poder “saltearlas”. 

Nos acercamos a la festividad de Pesaj. Y esta llega con gran compasión a recordarnos que desde el primer Pesaj y hasta ahora, como pueblo hemos atravesado constantemente situaciones enormemente difíciles, y aun así hemos tenido la fuerza para salir adelante. Esta fuerza radica en nuestra unión inquebrantable, en la capacidad de no actuar con indiferencia frente al dolor de nuestros hermanos y hermanas. Esta fuerza se basa en demostrarnos que la frase “Kol Israel arevim ze la ze” (“Todo Israel es responsable el uno por el otro”) no es mera teoría, sino el milenario pegamento de este tejido humano al que llamamos Am Israel. Eso es lo que nos permitirá continuar la búsqueda inexorable de ser un pueblo verdaderamente libre en nuestra tierra, Eretz Zion Ve Ierushalaim, y asegurar que este deseo no sea sólo una esperanza.

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