Por: Mato Wexler
La participación en la Tnua y ser un o una líder, siempre han ido de la mano. De hecho, la Tnua es una cuna para futuros o futuras líderes, una especie de incubadora para aquellos janijim, janijot, madrijim y madrijot, que en algún momento determinado elegirán transitar el camino del liderazgo y estar al frente de diferentes procesos dentro de la Tnua y fuera de ella, liderando kvutzot, tzvatim, proyectos, puestos de Hanaga, procesos educativos, grupos de amigos, Comunidades, Empresas, ONG, Instituciones Académicas, puestos políticos y la lista podría seguir. Esto podría decirse que es el camino natural que la Tnua ofrece para él o la futuro líder, el escenario ¨normativo¨. ¿Pero qué pasa cuando ese escenario ¨normativo¨ con el cual estamos familiarizados y nos resulta seguro cambia, desafiándonos a enfrentar un camino desconocido e incierto, donde no tenemos puntos de referencia y probablemente tendremos que ser los pioneros o pioneras?
Generalmente en un ciclo Tnuati ¨normal¨, somos janijim o janijot, madrijim o madrijot, asumimos responsabilidades, tomamos puestos y decisiones, participamos de majanot, majonim continentales, majonim joref y Shnat Hajshara, nosotros planificamos el año de trabajo y calendarizamos las actividades. Creamos un ¨libreto¨ para el año de trabajo, que nos permite desempeñarnos con éxito siguiendo los procesos tradicionales de la Tnua, el ken es nuestro espacio seguro de trabajo, el encuentro con la kvutza y el trabajo en tzevet es nuestra metodología mejor utilizada para llevar adelante nuestra misión educativa. Pero todo ciclo Tnuati está determinado por un contexto histórico, social y comunitario y a veces nos tocan vivir épocas o circunstancias que nos cambian de manera repentina el escenario que planificamos y se nos sale del ¨libreto¨. Cuando fui madrij en Hanoar Hatzioni Argentina, en diciembre del 2001 hubo un estallido social muy violento y en ese contexto debimos decidir si hacer o no el majane kaitz de enero, nos preguntábamos si era seguro para los madrijim y janijim, nosotros decidimos seguir adelante, otras tnuot cancelaron sus majanot. Tuvimos que cambiar el tojnit jinui, para que sea relevante a lo que estaba pasando y en este contexto cientos de jóvenes, como fue mi caso, decidimos que era el momento de hacer Alia. Este es un pequeño ejemplo de una situación que me tocó vivir a mí, pero a lo largo de nuestra historia ha habido cientos como estas.
Las tnuot hemos activado en la Shoa, en procesos autoritarios y dictaduras militares, en crisis sociales y económicas, en conflicto bélicos, en desastres naturales y actualmente estamos frente a una pandemia, un virus que está generando una crisis mundial. En nuestros países hay mucha incertidumbre y restricciones que nos obligan a modificar nuestros escenarios, no podemos abrir nuestras tnuot, reunirnos con nuestros javerim y javerot, janijim y janijot.
Nos vemos obligados a modificar nuestra forma de activar para mantener nuestra esencia viva y presente, nos vemos obligados a ser líderes por fuera del ¨libreto¨. Porque como tnuot hemos demostrado que frente a toda adversidad no está en nuestro ADN parar, por el contrario, siempre hemos continuado activando.
Ser líderes fuera del ¨libreto¨ es asumir un rol de liderazgo diferente al que tenemos en el día a día, es poder llevar adelante nuestra misión educativa y continuar siendo significativos para nuestros javerim y javerot, a pesar de no poder reunirnos físicamente en nuestra casa o el ken. En este contexto nos convertimos en verdaderos ¨super héroes¨ generando experiencias que van más allá de nuestros tafkidim, nuestro accionar tiene un impacto que supera las dimensiones conocidas, porque nuestros javerim y javerot nos necesitan junto a ellos para poder sobreponerse a los desafíos de la época que nos toca vivir. Debemos tener la iniciativa y ser proactivos, el mundo está en crisis y un pequeño gesto nuestro como educadores puede cambiar el mundo de nuestros janijim y janijot. Desde un encuentro virtual de la kvutza, un llamado telefónico, un mensaje de vos, un mifkad virtual o una video llamada.
Somos madrijim y madrijot de la Familia Hanoar Hatzioni, somos parte de un movimiento mundial y continental enorme, tenemos excelentes shlijim, peilim y peilot, tenemos una Mazkirut Olamit que esta junto a nosotros todo el tiempo para ayudarnos a seguir adelante, tenemos la oportunidad de trabajar unidos para superar juntos los desafíos de hoy.
En esta época nos toca ser Pioneros, nos toca demostrar que la Tnua no es solo un espacio físico o una peula el fin de semana. En esta época de pandemia, que nos obliga a resguardarnos en nuestros hogares, tenemos la oportunidad de demostrar que estamos activos, que podemos brindar otras alternativas, que nos adaptamos a la situación y trabajamos en equipo para poder salir adelante. Saquemos ese líder que todos llevamos adentro. Hoy nos toca ser la generación que, que por causa de un Virus no pudo abrir la Tnua ni reunirse físicamente, pero NUNCA PARO. Demostremos que la Tnua puede ser una alternativa para seguir adelante, para aprender, para sociabilizar, para compartir, para sentirnos seguros. Hoy nos toca ser líderes sin libreto y ejemplo para las futuras generaciones.