La Tnuá ante una nueva pregunta

Por: Yoav Lang

Nuestra Tnuá, al menos desde que yo he sido consciente de su trabajo a nivel global y no solo local, siempre ha tenido como uno de sus objetivos prioritarios ser parte íntegra y activa de la aclimatación de sus Olim Jadashim una vez llegados a Israel. Materializando de la forma más fiel la frase «put your money where your mouth is», la tnuá ha logrado ser coherente entre el dicho y el hecho, intentando respaldar con acciones lo que predica.

Esta aspiración de la Tnuá efectivamente va muy de la mano con uno de los pilares de su ideología, la autorrealización. Solemos decir en la tnuá, que para nosotros no es suficiente con hacer aliá, sino que esta aliá debe ser proactiva, constructiva y llenadora. Por tanto, la tnuá al intentar dar una mano a sus nuevos Olim, se une en el intento del olé de triunfar en Israel y luchar por alcanzar sus metas.

Esta forma de operar de la Tnuá se desarrolla en dos esferas distintas pero igualmente valiosas: la primera es la «institucional-formal», es decir la tnuá como organización. En este sentido, podemos ver plasmados los esfuerzos en todo tipo de acciones: desde abrir espacios y proyectos sociales y laborales, hasta colaborar con los jayalim bodedim durante su servicio. La segunda es la personal. La Tnuá está compuesta por personas, y estas en su ámbito privado también son muy importantes en el proceso de acompañamiento: ofreciendo ayuda, consejo, una casa… en fin, haciendo sentir al Olé que no está solo.

En los últimos años hemos visto un nuevo fenómeno desarrollarse. Nos encontramos frente a cantidades muy importantes de bogrim de la Tnuá han llegado a Israel no como Olim en su término formal (recibir ciudadanía completa, tehudat zehut), sino con otros estados, principalmente como estudiantes.

Al igual que para la Aliá, razones de fondo para venirse por unos años a Israel hay muchas: unas más ideológicas, otras menos. Todas legítimas. A pesar de no contar con datos duros, podemos afirmar con seguridad que muchos de los que en primera instancia no llegaron como olim, eventualmente deciden quedarse en Israel e intentar formar su vida acá. Otros no. Y sin embargo, muchos aquellos que terminan por no quedarse, no se van por falta de ganas, sino por fracaso en su adaptación.

Por el otro lado, si bien gran parte de los que sí llegaron como Olim finalmente sí se arraigan en Israel, existen también aquellos que finalmente regresan. La conclusión es que el status de olé oficial al llegar a Israel no asegura ni predice a ciencia cierta cuál va a ser el futuro de la persona.

Finalmente, existen aquellos que ni llegan como olim, ni tampoco vienen con intención de quedarse. Nunca la tuvieron, y no está en sus planes. Israel, después de todo, es un país interesante no solo para vivir. Como estudiante extranjero, soldado voluntario, o simple pasajero Israel también es muy aprovechable.

La llegada de un número importante de bogrim de la Tnuá a Israel es real y no parece detenerse. Israel cada vez ofrece más opciones a jóvenes judíos además de la Aliá inmediata, y los javerim de la Tnuá cada vez son más conscientes de las opciones que tienen. Este, y otros factores muchas veces relacionados con las realidades de las comunidades de la Golá, nos permiten asumir que los bogrim que escojan diversos caminos en Israel van a ser cada vez más.

A la luz de lo que esto puede significar en el corto y en el largo plazo, tanto para la Tnuá como para la persona, el tema amerita, como mínimo, que se lo tome con seriedad. Hasta el momento, la reacción de la Tnuá en Israel ha sido muy valiosa: la Tnuá es consciente de muchas de las llegadas y en general analiza los casos uno a uno. En esa línea, decide cómo afrontar cada caso y cuál va a ser su rol con respecto a este nuevo javer que llega a Israel. Pero en muchos otros casos, el boger que está en Israel se ha desconectado por completo de la Tnuá.

Conscientes de que el tema es muy complejo, tanto a nivel ideológico como operativo, la Tnuá debería darse a la tarea de discutirlo en un plano más general. Una conversación abierta y ordenada del tema podría derivar en una toma de postura esquematizada por nuestra parte. Las variables son muchas y el abanico opciones muy grande, pero de la mano del espíritu de tnuá – movimiento, es nuestra responsabilidad trabajar el tema y hacernos las preguntas.

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