Por: Romi Morales
En los últimos meses hemos hablado del concepto de “Restart”, intentado pensar cómo cuando surge una crisis, podemos utilizarla como un trampolín que nos permita crecer, cambiar, aprender y revolucionar. En este artículo nos gustaría analizar la historia de Janucá a la luz de los conceptos de “Restart” y ver cómo se fueron dando los sucesos para que también los Macabim lograran entrar en este modo.
PERIODO PRE-CRISIS
Siempre que contamos la historia, empezamos desde Antiocus IV. Sin embargo, para entender el proceso que atravesaba Am Israel, vale la pena entender qué es lo que precedió a esta etapa. Según varias fuentes, se estima que Antiocus III, no sólo había permitido que 2000 familias judías que se encontraban en Babilonia volvieran a las tierras que estaban bajo mandato helénico, sino que además se relata que el Rey Antiocus III era amigable con los judíos de Jerusalém, al punto tal que éste redujo los impuestos, otorgó subsidios al Templo y dejó que los judíos vivieran de acuerdo con la ley de sus antepasados. Cuando el Rey Antiocus terminó su mandato y subió su hijo Antiocus IV, las cosas empezaron a verse diferentes.
PERIODO DE CRISIS
La conquista de Jerusalém a cargo de Antiocus IV fue sumamente brutal. No solo conquistó la ciudad, sino que además envió a sus soldados a saquearla, profanar el templo y declarar ilegales muchas de las prácticas fundamentales del judaísmo como lo son la Kashrut, Shabat, estudio de la Tora, el Brit Mila, entre otras.
SUPERVIVENCIA
A nivel filosófico, probablemente la gente de la época haya sentido que este cambio drástico los tomó por sorpresa. Y cuando esto sucede, generalmente las personas tienden a pensar que lo que está sucediendo es algo pasajero y, por ende, a nivel práctico, aun no es necesario adoptar medidas o establecer cambios en lo cotidiano en relación a ello.
EVOLUCIÓN
Pero quien ante la crisis no evoluciona, está destinado a perder el juego. Por eso, incluso cuando a nivel filosófico Am Israel pensaba que la situación era aún reversible, es decir, que pronto volverían “a la normalidad” que conocieron con Antiocus III, a nivel práctico los judíos entendieron que tenían que empezar a cambiar ciertas cuestiones mientras Antiocus IV se encontrase en el poder.
Y aquí podemos entender cómo ciertos comportamientos que ya se venían viendo desde hace tiempo, tal vez se profundizan y empiezan a ser cada vez más antagónicos entre sí. Por un lado, están los judíos “helenistas”. Es decir, aquellos judíos que piensan que a nivel práctico la solución pasa por adoptar muchas de las cuestiones culturales que traen los griegos a Israel: vestimenta, ocio, la relación con el cuerpo, los nombres, etc.
Así es como ellos creen que podrán sobrevivir a este imperio, hasta que llegue el próximo y de ahí, entonces analizarían como continuar.
Por el otro lado están los judíos que siguen el liderazgo de los Macabim. Es decir, los judíos que se rehúsan a incluir prácticas extranjeras y defienden con rigidez las costumbres, cultura y valores judíos. Para este grupo de judíos, cambiar prácticas para poder sobrevivir supone un desafío mucho más grande. Aun así, según cuentan nuestros sabios, que ellos lograron encontrar respuestas creativas a muchas de las leyes que promulgaba Antiocus IV contra los judíos. Por ejemplo: Antiocus IV pidió que en toda casa donde vivieran judíos, que en las puertas este escrito “Aquí no se respetaba Dios de los judíos”. Como esto era algo impensable para este grupo de judíos, lo que decidieron hacer fue quitar las puertas de sus casas, para así no tener que cumplir con el decreto y que no puedan ser juzgados a muerte por no haberlo cumplido.
ADAPTACIÓN
En la etapa de adaptación, vemos un cambio cualitativo muy importante.
En los dos estadios previos, no había un entendimiento de que “la crisis que surgió con la llegada de Antiocus IV nos empujó a empezar un nuevo capítulo en la historia judía” y por ende que “volver a la normalidad” previa a este mandato, era simplemente imposible.
Sin embargo, en este estadio ese elemento si está presente. Aquí, los judíos empiezan a entender que Antiocus IV vino para quedarse por un tiempo largo y que las adaptaciones que hicieron hasta ahora fueron más o menos efectivas, pero sólo en el corto plazo. Si de verdad querían seguir adelante, necesitarían pensar “el cómo” de manera más profunda.
Mas aun, en este estadio si bien en términos filosóficos hay un salto en el entendimiento, a nivel práctico, aun se sigue funcionando con las prácticas que habían adoptado cuando aún el entendimiento filosófico no existía. En otras palabras, aun no hay armonía y relación lógica entre filosofía y práctica.
En este sentido, podemos ver que hay un grupo de judíos que decide simplemente adaptarse a la situación del momento y renunciar al bagaje cultural hebreo que tenía previamente. Como las prácticas que habían adoptado anteriormente eran helenistas, aquí la adaptación es tan efectiva que termina deviniendo en asimilación y por ende pérdida total del judaísmo.
Para el otro grupo de judíos, es evidente que no se puede seguir dando respuestas parciales y ahora que entienden que la realidad cambió y que ellos van a ser quienes definan el futuro del judaísmo, es necesario que su práctica este adaptada al entendimiento de que “no hay vuelta a la normalidad” hay solo “creación de un nuevo futuro”. Solo queda por delante la revolución.
REVOLUCIÓN
Y así es como los Macabim deciden organizarse. Y aunque son unos pocos contra un ejército poderoso de muchos, elijen salir a dar batalla y pelear por sus valores, ideas, principios, costumbres, historia y futuro común.
Los Macabim eligen hacer una revolución contra todo pronóstico de victoria. Y, milagrosamente para unos, humanamente para otros, vencen y suben al Templo para purificarlo. Sin lugar a dudas, no es lo que esperábamos. Y, aun así, sucedió. Allí se da el segundo milagro, cuando el aceite que se suponía alumbraría solo un día, alcanzo a alumbrar 8 días, exactamente el tiempo que tomo crear mas aceite puro para mantener la luz del candelabro del Templo encendida sin interrupción.
A MODO DE CONCLUSIÓN
Janucá es la festividad de las luces, de los milagros, de las batallas ganadas incluso contra todos los pronósticos. Janucá es la festividad que nos enseña que aquello que no esperábamos, puede suceder. Janucá es la festividad de la Revolución. Janucá es la festividad que nos enseña que “Restart” es una invención que existe hace mucho tiempo y que funciona, en aquellos días y en nuestro tiempo también!