Por: Romi Morales
El legado es la suma de valores, logros y acciones que hicimos, que resuenan en las personas que nos rodean y que son consideran importantes de transmitir. La parasha Jaiei Sara si bien menciona las muertes de Sara y Abraham, pone el foco en las ideas y actos que se transformaron en legado, y están vigentes aun en el presente.
¿Qué legado nos dejan los personajes de la parashá? ¿Qué legado queremos dejar nosotros? ¿Cómo se relacionan estas cosas cuando educamos en la Tnua? Sobre esto ahondaremos en el siguiente artículo.
Abraham, liderazgo que mira hacia el futuro.
Abraham es admirable: pudiendo elegir seguir toda la vida en su zona de confort, decide ser leal a sus principios e irse de todo lo conocido, asumiendo el desafío de empezar un nuevo camino sabiendo que éste no siempre será sencillo. Su visión es lo que le empuja a avanzar y a inspirar a otros a seguirlo. Su legado nos motiva a hacer cambios drásticos cuando la realidad en la que vivimos no es la adecuada y a sacrificar cosas personales importantes hoy, en pos de un futuro colectivo mejor mañana. Abraham es un gran líder, con una gran visión. Su legado sigue vigente en la Tnua ya que educamos para fomentar una mirada crítica de la sociedad y tomar una postura activa de cambio en base a los valores milenarios de nuestro pueblo.
Pero: ¿es suficiente tener una visón para concretarla? A veces, no. Junto a esto se necesita un liderazgo focalizado en la causa, como el de Sara. Tal vez esto es lo que ayuda a esta pareja a preservar su legado.
Sara, liderazgo focalizado en la causa.
Dicen que los grandes líderes son sumamente carismáticos, proponen grandes cambios e inician profundas revoluciones. Pero la grandeza de un líder no debe medirse por lo que sucede en su presencia, sino por lo que deja cuando ya no está. Con frecuencia, cuando los líderes llamativos se van, se llevan consigo sus ideas, dejando un gran vacío a su alrededor. Por otro lado, hay lideres que, incluso en ausencia, inspiran a las personas a seguir la visión que construyeron juntos y a preservar los cimientos que profundizarán los cambios que se iniciaron en el pasado, para que sigan activos en el presente y a futuro. Sara es un ejemplo de este tipo de liderazgo. Por ello, cuando Sara no está, su sueño no se derrumba, sino que sigue vivo en quienes quedan.
¿Cuál es la causa más profunda por la que deseas educar en la Tnua? ¿Cuál es la causa que te motiva a dar lo mejor de ti para que tu legado siga inspirando a futuras generaciones incluso cuando ya no estes? Identificar causas es importante, más también lo es fortalecer el liderazgo basado en la acción, como en el caso de Rivka.
Rivka, liderazgo basado en acción.
¿Por qué Rivka recibe el mérito de ser la segunda matriarca? A fin de cuentas, es elegida como esposa de Itzjak por ofrecer agua a Eliezer y a sus camellos. Aunque parezca raro, justamente éste es su gran legado. Rivka nos enseña que el liderazgo efectivo no es aquel que se basa en grandes discursos sobre cómo hacer de nuestro entorno uno mejor. El liderazgo para ser exitoso debe ser práctico y estar basado en pequeños actos de bondad que inspiren a otros a hacer de su medio, un ambiente agradable para todos los que lo habitan. Este liderazgo es el que permite hacer de los grandes sueños, vibrantes realidades.
En la Tnua, abrazamos el legado de Rivka ya que elegimos educar con el ejemplo. Es la puesta en práctica de nuestros valores, ideas y principios uno de los principales pilares que sostienen nuestro derecho a educar. Con nuestro ejemplo fomentamos un compromiso auténtico hacia la comunidad y el pueblo judío, responsabilidad que se traduce en acción constante y generosa de nuestros javerim y javerot donde sea que se encuentren.
Ahora: ¿Existen lideres que, aunque sus acciones no sean vistas, aun así, logran impactar en su entono y empoderar a las personas que los rodean? Sí, así fue el liderazgo de Eliezer, humilde y empoderador a la vez.
Eliezer, liderazgo que empodera.
Hay personas que, si bien no resaltan a primera vista, es su liderazgo el que genera que los procesos importantes acontezcan, asegurando continuidad a largo plazo. Este es el caso de Eliezer, ayudante de Abraham. Eliezer acompaña a Abraham en momentos críticos de su vida para ayudarlo a enfrentar grandes desafíos (salir a la guerra, rescatar a Lot, buscar una esposa a Itzjak). Eliezer es el tipo de persona que todo líder quiere tener a su lado. Representa el modelo de liderazgo humilde enfocado en empoderar a quienes lo rodean. Eliezer es esa persona noble que no necesita el crédito de sus acciones. Entiende que, el éxito de los demás es su éxito. Esto le lleva a asumir el liderazgo en los momentos delicados, haciéndolo un líder fuerte y en cierta medida, imprescindible en el éxito de las causas de quienes lo rodean.
Este es el legado que tomamos de Eliezer y el que queremos transmitir a nuestros janijim y janijot en la Tnua: Cuando las personas asumen el liderazgo poniendo el bien común como meta compartida, surge la sinergia. Empoderarnos mutuamente nos permite atravesar los desafíos que se presentan, por más difíciles que sean.
Ahora: Si esto es sencillo cuando la meta es compartida, ¿qué sucede cuando la meta no lo es? Aquí, necesitaremos desarrollar un liderazgo responsable, como el que representan Itzjak e Ishmael.
Itzjak e Ishmael, liderazgo responsable.
Itzjak e Ishmael representan dos formas diferentes de ver el mundo. Aun así, cuando muere Abraham, ambos deciden unirse y darle un último adiós a su padre. El entendimiento de que, a pesar de las diferencias, hay momentos en que hay que asumir un liderazgo responsable que permita resaltar los puntos en común, basados en el legado de quienes les precedieron, es un elemento central de la parashá. Ser un líder que se basa en dividir para vencer es sencillo. Elegir ser un líder que busca unidad en la diversidad, identificando cuándo se presentan oportunidades para poner en pausa los conflictos y dando lugar a crear momentos de unión, no lo es. Este liderazgo requiere fuerza y valentía, cualidades que no suelen ser frecuentes en los lideres mundiales.
Educar jóvenes fuertes y valientes es un compromiso que hemos asumido como parte de nuestro legado tnuati. Con fuerza y valentía podemos soñar con un futuro mejor, donde los mas cruentos enemigos, pueden verse como hermanos y recordar que las cosas que los unen pueden ser mucho más poderosas que las que los separan. Educar a lideres responsables, es una gran forma de construir un futuro de paz para las próximas generaciones.
En conclusión
Educar en la Tnua es asegurar el legado del pueblo judío, inspirar a nuestros janijim a construir un futuro enraizado en los valores y principios que nos acompañan desde los albores de nuestra milenaria historia que empezó hace tiempo con Abraham y Sara. Desde entonces, este legado ha pasado a través de las generaciones por distintos lideres que han dejado su impronta, hasta llegar a nuestras manos. Hoy, como educadores elegimos tomar este legado, valioso tesoro que nos comprometemos a cuidar, para transmitirlo a quienes vienen detrás. Por ello, asumimos la importantísima tarea de educar: queremos ser los líderes que enriquecen la identidad judía de nuestros javerim y fortalecen su vínculo con Israel, pues estas han sido siempre y son aún hoy, las bases fundamentales para asegurar la continuidad de nuestro pueblo. Estamos dispuestos a asumir como propios los desafíos a los que se enfrenta Am Israel y nos comprometemos a trabajar juntos, a pesar de las diferencias que puedan existir entre nosotros, para superarlos con éxito, basándonos en un liderazgo responsable, que pone en práctica los valores sobre los que predica.
Ahora: para ser los lideres que nuestro pueblo necesita, debemos asumir la responsabilidad de conocer nuestra historia y reconocer en nosotros mismos el legado que nos dejaron quienes forman parte de ella. Por ello, te invito a pensar: ¿Qué legado te deja cada uno de los personajes que aparece en esta parasha? ¿Cuánto de lo que eres es parte del legado de quienes te precedieron? ¿qué de todo lo que recibiste como legado eliges transmitir en la Tnua? Y más importante aún: ¿Qué legado propio te gustaría dejar a las generaciones que vendrán?