Aliza Reitz, Rosh Jinuj Hanoar Hatzioni B’Costa Rica
En los últimos días en la mayoría de redes sociales ha estado muy presente el caso de George Floyd un hombre americano, negro, de 46 años que fue brutalmente asesinado por Derek Chauvin un policía blanco. El tema de la brutalidad policiaca en contra de los ciudadanos negros de E.E.U.U. no es una noticia nueva, hay muchos casos donde se evidencia el racismo y la injusticia en las manos de los oficiales en contra de este grupo étnico, pero con este caso pudimos ver lo que el activismo por parte de la juventud en las redes sociales puede hacer para ayudar y para intentar de que estas atrocidades paren.
Por esto nosotros en Hanoar Hatzioni b’ Costa Rica nos hacemos la pregunta de: ¿si como un grupo educador, juvenil, judío y sionista tenemos como ayudar a la causa? Y a la respuesta a la que llegamos es que sí. Que como educadores de la generación que está viviendo estos sucesos y que esperamos que crezca a cambiarlos tenemos la obligación de hacerles entender a nuestros janijim que es lo que está pasando y por qué está mal.
Como jóvenes judíos debemos recordar el nunca jamás que utilizamos al hablar del holocausto, recordando que lo que sucedió en la shoah fue por culpa de nada más y nada menos que racismo inculcado en una sociedad, y que cuando decimos nunca jamás nos referimos muchas veces a que ya no haya crímenes en contra de la humanidad. ¿Quiénes somos si no hablamos de esto y si no nos levantamos en contra de estos abusadores? Somos las personas en 1939-1945 que sabían las atrocidades que estaban siendo cometidas y no hicieron nada por el pueblo judío, somos los llamados “espectadores” a los que tanto les damos la culpa. Como madrijim y manhiguim de la tnua tenemos la obligación de educar a los más jóvenes que nosotros sobre cómo hacer que ese nunca jamás sea una realidad nos solo para nosotros los judíos sino para todas las minorías que se ven afectadas por el odio a ciegas.
Ahora la pregunta importante: ¿qué hacemos para ayudar? En nuestra opinión la mejor arma que tenemos son las redes sociales algo que no existía en la época de la shoah, usar nuestra plataforma individual y colectiva, aunque sea pequeña para dar nuestra opinión educada de por qué lo que está sucediendo está mal, para compartir las peticiones que cada uno de nosotros puede firmar, para donar lo que podamos a las personas que lo necesiten. Cada granito de arena es sumamente importante y nuestras voces son escuchadas, que sean usadas para hacer el bien en este tiempo de tanta incertidumbre.