Darkenu - Nuestra senda - Our way
Durante los años que siguieron a la Primera Guerra Mundial, dos corrientes ideológicas extremistas conquistaron las mentes de la juventud europea: el nacionalismo fascista y el marxismo comunista. El primero prometía a los pueblos gloria y conquistas, al precio de desarrollar la xenofobia. Así fue avivado el fuego del antisemitismo, que llevó a índices de crueldad de increíbles proporciones. Por el otro lado, el marxismo tendía a la creación de un mundo sin divisiones sociales, al precio de la eliminación de las clases no productivas. Los judíos se sintieron amenazados como individuos (por la posible desaparición de sus medios de subsistencia) y como colectivo nacional (por la posibilidad de una total asimilación). Cuando estas doctrinas encontraron campo de expresión en el seno de algunas corrientes de la juventud judía de la época, un puñado de jóvenes intelectuales ávido de reformas adoptó actitudes críticas respecto de los preceptos y slogans extremistas, llegando a la conclusión de que eran posiciones que no merecían ser concretadas en la realidad.
Como consecuencia, esta juventud identificó la necesidad de crear un movimiento juvenil que sirviese como expresión de las diversas concepciones y perspectivas dentro del judaísmo y que ubicase al sionismo como idea suprema. Así es como en distintos países de Europa fueron creadas diferentes agrupaciones juveniles sionistas en búsqueda de un nuevo camino, una senda que pudiese indicar el rumbo a miles de jóvenes judíos sedientos de una respuesta coherente.
En 1926 se produce la cristalización de esta idea, cuando a partir de la separación de varios kenim de las Tnuot polarizadas, empieza la consolidación del Movimiento “Hanoar Hatzioni”. El encuentro entre movimientos hermanos culminó oficialmente con la creación de la Histadrut Jalutzit Olamit Hanoar Hatzioni (Organización Jalutziana Mundial “Juventud Sionista”) establecida en la convención que tuvo lugar en Levov (en ese entonces Polonia) el 25 de mayo de 1931.
