Por: Mato Wexler
Ser líder en la tnua no es tarea sencilla, exige mucha responsabilidad y transitar diferentes escenarios y situaciones muy desafiantes. Al mismo tiempo, liderar la Tnua es uno de los privilegios más grandes que puede tener un javer o javera. Desde el lugar de líderes, es que podemos no solo influir en el presente y futuro de la Tnua en tanto movimiento juvenil educativo, sino en el presente y futuro de todas las personas que de este forman parte. En este sentido, los líderes de la Tnua están profundamente expuestos la mayor parte del tiempo y es muy difícil que pasen desapercibidos. Y precisamente por eso, es interesante que, aun así, a pesar de estar en los lugares de mayor visibilidad en la Tnua, muchas veces la hanaga se siente doblemente invisible. A esta paradoja, la hemos denominado: “el síndrome de la doble invisibilidad” y en el siguiente artículo la intentaremos describir, analizar para finalmente brindar algunas herramientas o estrategias que le permitan a nuestros maniguim y manigot encontrar una puerta de salida a esta situación tan compleja de tratar.
Sobre diferentes estilos de liderazgo, comunicación y el síndrome de la doble invisibilidad.
En la Tnua existen varias formas de ser líder y ejercer liderazgo. Una y quizás la más fácil de identificar es el liderazgo formal u oficial, o sea aquellas personas que han sido elegidas para ejercer un puesto dentro de la vanguardia tnuati, por ejemplo: la Hanaga. Otra forma de liderazgo en la tnua es el liderazgo informal o extraoficial que es aquel que se asume desde las dinámicas grupales, las circunstancias del momento o necesidades, pero que no está basado en un proceso de elección, sino que surge de manera natural, por ejemplo: un janij que decide organizar a su kvutza para organizar juntos una sorpresa al madrij que cumple años. Así es como, en la Tnua, sin lugar a duda, se permite a los jóvenes explorar y vivenciar diferentes situaciones que contribuyen a desarrollar sus habilidades, aptitudes, cualidades de líderes, desde que son janijim, pasando luego por puestos de hadraja, en el Tzevet o bien en la Hanaga de la Tnua.
Una de las destrezas más importantes para cualquier líder, es la de utilizar la comunicación de manera asertiva y efectiva y, en el caso de la Tnua, esto no es excepción. Mas aun, en la Tnua existen procesos de comunicación internos (por ejemplo, la comunicación de la Hanaga con los janijim/ot, madrijim/ot, Tzevet, sheliaj o shlija, etc.) y procesos de comunicación externos (por ejemplos, la comunicación con padres, líderes comunitarios, escuelas, instituciones comunitarias, etc.). Esto se da básicamente, puesto que la Hanaga es el ente que articula lo que sucede dentro de la Tnua con lo que sucede fuera de ella.
Y lo cierto es que, en ambos lados, suceden muchas cosas. Por este motivo es que la Hanaga es la vaada de la tnua que con más frecuencia se reúne y trabaja, sea en cantidad de días, horas o abanico de tareas a resolver.
Sin embargo, no siempre el tzevet sabe todo lo que la hanaga hace.
A veces esto sucede porque hay procesos que la Hanaga no puede compartir con el Tzevet, por la sensibilidad y delicadeza de la situación. En otras ocasiones, la Hanaga no toma conciencia de que el Tzevet no sabe lo que están haciendo pues están ocupándose de otras cosas que mantienen el 100% de su atención. Por ejemplo, el Tzevet no sabe que se está buscando lugar para el majane y viendo cómo hacer para que cueste menos a los janijim o existan más recursos para apoyar con beca. Esta primera falta de visibilidad de parte del Tzevet a la Hanaga es el primer vector del “Síndrome de la doble invisibilidad”, pero no es el único.
El segundo vector del síndrome se da “de arriba hacia abajo”, es decir, cuando padres, dirigentes comunitarios, instituciones y escuelas, no empatizan con el duro trabajo que realiza la Hanaga y lo que “ven” es un mero ¨grupo de jóvenes con poca experiencia¨ encargándose de cuidar a los niños unas horas cada sábado. Aquí lo que están haciendo los adultos, no es solo prejuzgar la corta edad de los jóvenes líderes, sino más triste aun, están minimizando la gran responsabilidad y desafíos que los jóvenes de la Hanaga asumen.
A estas dos situaciones que, en la mayoría de los casos, se dan al mismo tiempo, hemos denominado como ¨Síndrome de la doble invisibilidad¨. Es decir, la Hanaga es invisible para los círculos de comunicación interna y para los círculos de comunicación externa.
Rompiendo el Síndrome de la Doble Invisibilidad.
¿Como revertir estos procesos de invisibilidad? A continuación, presentaremos algunos puntos importantes para empezar a generar estos procesos de visibilidad doble.
- Identifica qué aspectos, áreas, temas quieres que tengan más visibilidad.
No todo lo que la Hanaga hace, piensa o decide necesariamente queremos que sea visto por los demás, sea por los motivos que sean. Sin embargo, hay veces que hay cosas que sí son importante que los círculos internos y/o externos vean y no siempre es posible. Es importante que la Hanaga defina con claridad qué cosas quieren transmitir y que identifiquen también cuáles son las barreras (físicas, emocionales, mentales, logísticas, metodológicas, etc.) que están obstaculizando este proceso, para así intervenir de manera efectiva y permitir que fluya mejor la comunicación.
- Comunica: La comunicación asertiva expande las probabilidades de visibilidad.
A veces hay que trabajar activamente en el proceso de crear visibilidad. Por este motivo, cuando el otro lado “no nos ve” y para nosotros es importante ser vistos, es necesario sentarnos, dialogar, transmitir sentimientos y sensaciones y construir así canales de comunicación más fuertes y efectivos. Por ejemplo: La Hanaga siente que el Tzevet no ve que la Hanga está buscando alternativas para solucionar un problema y el Tzevet piensa que a la Hanaga no le importa el problema y no hace nada. Aquí es el lugar para asumir liderazgo, reunirnos, dialogar y acercarnos, a veces lo que se ve de un lado se ve diferente del otro. El dialogo es el puente que puede ayudarnos a acercarnos.
- Aplica los principios de visibilidad: Empatía, responsabilidad, relevancia e impacto.
Construir una comunicación fuerte, transparente y fluida con todos los círculos de comunicación, tanto interno y externo y basarlos en los principios de visibilidad puede ser de gran ayuda, especialmente cuando la Hanaga debe tomar decisiones pesadas, dolorosas, muy responsables y que tienen mucho impacto en la Tnua.
A modo de conclusión
Ser líder de la tnua no es tarea sencilla, pero es una etapa muy significativa y necesaria de la misma. Las hanagot en los últimos dos años han lidiado con los desafíos del Covid 19, que sin dudas han sido de los más grandes que la tnua ha tenido que afrontar. Y muchas veces intentar “encontrar nuevas soluciones a problemas que nunca habían surgido”, resultó ser muy intensivo, difícil y pesado. Estar en el lugar de líderes en este contexto ha generado que, el síndrome de doble invisibilidad que siempre existió, en esta etapa se profundice aún más. Pero lo que nos caracteriza y define como tnuot es el hecho de no darnos por vencidos y continuar avanzando, aprendiendo y evolucionando o revolucionando. Los procesos de invisibilidad y en el caso de la Hanaga, la doble invisibilidad ha estado siempre y van a seguir estando, por la misma dinámica de la tnua. Pero ahora tenemos herramientas para afrontar estos desafíos y poder llevar adelante procesos que sean sanos y enriquecedores para todo el entorno de la tnua.
Esperamos este artículo sea de ayuda en el proceso de visibilizar el honorable trabajo de nuestros líderes en lo que respecta a asegurar el futuro de las Tnuot Noar de la familia Hanoar Hatzioni incluso (o especialmente) en épocas de incertidumbre, cambio y crisis. Esperamos que este articulo sea de ayuda en el proceso de visibilizar el ejemplo personal que han sabido ser para centenas de janijim y janijot, madrijim y madrijot a lo largo y ancho del mundo, que gracias a ellos entienden que, no importa que esté pasando a nuestro alrededor, mientras estemos juntos y creamos en lo que hacemos, “la Tnua no para” no solo no es un simple slogan, es una maravillosa realidad.
