Por Dani Rapp
¿Qué se conmemora y por qué este día?
El 8 de marzo se conmemora a las mujeres que, a lo largo de la historia, han luchado por alcanzar igualdad, justicia, derechos, libertades y reconocimiento en tanto seres humanos y como miembros de las diferentes sociedades en las que han habitado.
En 1857, trabajadoras textiles de Nueva York escogieron esa fecha, 8 de marzo, para realizar una marcha a favor de una jornada laboral más corta y mejores sueldos. Dicha actividad, se repitió en 1908 con el trágico resultado de 129 mujeres quemadas dentro de la fábrica Cotton Textile Factory. En el año 1910, como homenaje a los movimientos en favor de sus derechos, se decidió en Copenhague celebrar el Día Internacional de la mujer. Años más tarde y tras la Segunda Guerra Mundial, en el año 1975, Naciones Unidas conmemoró por primera vez el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo, coincidiendo con el Año Internacional de la Mujer.
¿Por qué hoy en día sigue siendo relevante conmemorar el 8M?
A nivel mundial, podemos afirmar que en todas las regiones del mundo, a las mujeres se les paga menos que a los hombres por el mismo trabajo. Esto es lo que se conoce como brecha salarial de género. La misma es estimada alrededor del 20% a nivel mundial. Esta diferencia se da a causa de diferentes razones: empleo a tiempo parcial, trabajos menos valorados socialmente, baja autovaloración, entre otros. Estas razones están basadas en estereotipos de género que ubican a la mujer como la principal responsable en el cuidado y crecimiento de l@s niñ@s, lo cual quita a las mujeres el tiempo para desarrollarse en el mercado económico. De este modo, al tener menos oportunidades, los ejemplos de mujeres líderes en áreas laborales son escasos, y por lo tanto, disminuyen las mujeres posibles de ser modelos de inspiración para otras mujeres, lo que contribuye a una baja autopercepción de las mismas como dignas de alcanzar puestos de dirección o altos cargos laborales. 1
Otros indicadores para analizar la brecha de género podrían ser el acceso al voto, el acceso a derechos de salud sexual y reproductivos, la representatividad de mujeres en eventos culturales, el status de las deportistas profesionales, entre otros. Estos indicadores nos permiten entender qué rol tienen las mujeres en cada sociedad y hasta qué punto se encuentran representadas de igual manera que los hombres. Cuanto más grande es la brecha, más desigualdad existe.
En cuanto a la sociedad israelí, según el Informe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico que analiza la igualdad de género en 179 países, en el año 2023 Israel se ubicó en el anteúltimo puesto. Los cuatro criterios que incluye este informe son: discriminación en el seno de la familia, protección y seguridad personal, acceso a recursos económicos y ejercicio de las libertades civiles. A su vez, en sólo un año, Israel cayó 23 puestos en el índice del Foro Económico Mundial, que examina la igualdad de género, y se ubicó en el puesto 83. Como causa de mayor impacto en este descenso se ubica la baja representación femenina en la Kneset, parlamento israelí. En el gobierno actual, de 64 miembros que forman la coalición, hay solo 9 mujeres, es decir, un 5%.
En cuanto a violencia sexual, en el año 2023, 29 mujeres fueron asesinadas por el hecho de ser mujeres. Desde el inicio de la guerra Espadas de Hierro, aumentaron un 20% las denuncias de violencia sexual en el hogar y a pesar de ese dato, el actual gobierno decidió dejar de financiar una de las organizaciones que daba el servicio de alojamiento para mujeres que se van forzadamente de su hogares porque los mismos no representan un espacio seguro para ellas.
Específicamente en el caso del ataque terrorista de Hamas del 7 de octubre, podemos ver cómo la violencia sexual fue utilizada como un arma por parte de Hamas y otros grupos terroristas para humillar a la sociedad Israeli. El reciente informe de la Secretaria General de la ONU sobre la Violencia Sexual en Conflictos, presenta pruebas contundentes las cuales confirman que durante el ataque de Hamás del 7 de octubre se ejerció ese tipo de violencia. 2 Es importante aclarar que la violencia sexual está considerada un crimen de guerra y es también un crimen para la humanidad3. De aquí deviene la importancia histórica de este informe que da reconocimiento internacional a la violencia ejercida con las mujeres el 7/10, a pesar del negacionismo que se quiere imponer a esos hechos. Este informe rompe con el silencio y de este modo saca de la marginalidad a las víctimas al darles voz. A su vez, el informe exige la liberación inmediata de todas las personas secuestradas, ya que las pruebas encontradas por la Comisión permiten inferir que también en el cautiverio las personas privadas de su libertad podrían estar sufriendo abusos sexuales.
Debido a que la conmemoración de este 8M acontece en época de guerra para Israel, es importante mencionar que en los conflictos bélicos, nuevamente nos encontramos con una brecha de género: los hombres suelen estar en los puestos de toma de decisiones y administración de los conflictos, dejando de lado otras perspectivas para la resolución de los mismos4. De este modo, además de no tomar decisiones, mujeres y niñ@s tienden a ser poblaciones vulnerables, sin importar su origen o etnia o su ubicación en el conflicto, teniendo que velar por la alimentación y la supervivencia de sus familias, encontrando el sustento y la atención médica necesarias en una situación personal de pobreza, pérdida de trabajo y destrucción del hogar. Para combatir esta brecha, se creó la Resolución 1325 de las Naciones Unidas, la cual pide la protección de las mujeres en situaciones de conflicto y la prevención de la violencia sexual o específica de género, al tiempo que aboga por la participación de las mujeres en todas las fases del proceso de paz. Organizaciones como Mujeres por la Paz5, activan de forma fuerte en Israel para poder garantizar que esta resolución se cumpla.
¿Cómo nos interpela el 8M como Movimientos Juveniles?
Tal como hemos explicado anteriormente, muchos de los valores en los que creemos, y por lo tanto, educamos en la Familia Hanoar Hatzioni, aún no son garantizados para todas las mujeres en todas las sociedades, simplemente por el hecho de ser mujeres: el derecho a la vida, la igualdad, la equidad, la justicia, la libertad, la integridad.
Mujeres somos parte integral de nuestras Tnuot Noar, de nuestras comunidades y del mundo. Por eso mismo, debemos garantizar que los derechos de las mismas se cumplan.
Muchas veces los cambios sociales nos pueden parecen distantes y difíciles de alcanzar, por eso, compartimos algunos consejos que pueden ayudar en esta tarea a través de pequeños pasos:
Es central que prestemos atención con qué lenguaje nos referimos a las personas que están en nuestro entorno y que el mismo sea respetuoso (derecho a la identidad). Debemos observar qué tipos de ejemplos utilizamos en la producción de contenido e incluir mujeres, en caso de que no hayan (derecho a la representación), observar si en nuestro entorno de trabajo/estudio las mujeres tienen voz y promover su participación (libertad de expresión), premiar con el voto a los referentes de nuestras comunidades/países que incluyan a mujeres en lugares reales en la toma de decisiones (derechos políticos), estar atentos a señales de alerta por parte de mujeres en nuestro entorno para poder buscar profesionales que puedan brindar la ayuda necesario (derecho a la integridad y a la vida).
Palabras finales
Como mujer argentina-israelí educadora feminista, es decir, aquella que cree que la igualdad de las mujeres para con los hombres, va a convertir a este mundo en uno más justo y digno , y que vive ya hace 5 años en este país, estoy convencida de que la utilización de ataques sexuales durante el último 7 de octubre es un atentado contra Israel y contra la humanidad. La utilización de cuerpos de mujeres y de hombres para humillar a la sociedad israelí a través de su sexualidad debe ser juzgada y condenada. De igual modo, todas las 134 personas secuestradas, que están siendo privadas de su libertad y de sus derechos, deben regresar AHORA. El Estado de Israel tiene que hacer todo lo que está a su alcance y más para que sus ciudadanos regresen a su casa, a su lugar seguro, AHORA.
Creo fervientemente que tenemos que fortalecer las bases de nuestra sociedad, la israelí, para que ningún tipo de acoso, abuso y violencia sexual tenga lugar hacia ninguna persona, sin importar la nacionalidad, el origen o la etnia.
Las mujeres deben tener en Israel y en todas las sociedades donde vivan, el acceso pleno a las plataformas sociales, económicas y políticas para desarrollarse como seres humanos. Y para que esto suceda, debemos garantizar espacios seguros.
Estoy convencida de que el acceso de mujeres a lugares estratégicos de toma de decisiones en cuanto a temas de seguridad nacional va a permitir la emergencia de nuevas líderes y la posibilidad de encontrar y generar nuevos puentes para concretar acuerdos políticos en la región.
